Flores, tradición y comunidad en el barrio viejo cordobés
Contenido ofrecido por Iryo (vol. II)
Iryo, con el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
A través de ocho reportajes, repasaremos los rasgos distintivos de prácticas y expresiones legadas por nuestros ancestros y entregadas a las generaciones futuras:
·La fiesta de las Fallas de Valencia.
·La fiesta de los patios de Córdoba.
PRÓXIMOS REPORTAJES
·Fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos.
·El misterio de Elche.
·Los "castells".
·Cetrería.
·El flamenco.
·El canto de la Sibila de Mallorca.
Cada mayo, Córdoba se viste de colores y aromas para celebrar la Fiesta de los Patios, donde la armonía entre las plantas, la música flamenca y la convivencia vecinal convierten los patios del centro histórico de la ciudad en auténticos oasis de cultura y tradición. Una festividad que promueve la unión entre vecinos, el respeto por la naturaleza y la preservación del patrimonio.
Los patios cordobeses son más que simples espacios al aire libre dentro de las viviendas; son verdaderos centros de convivencia y vida familiar. Esta característica se remonta a la herencia de la arquitectura islámica, donde las fachadas de las casas se orientaban hacia el interior, otorgando al patio un papel central en la vida doméstica. Incluso después de la conquista cristiana de la ciudad, esta estructura arquitectónica se conservó y continúa siendo una parte integral de las viviendas cordobesas.
Se distinguen por su exuberante decoración floral. Las flores, plantadas en arriates, macetas y colgadas en las paredes, se mezclan con pozos y fuentes, creando una hermosa fusión de agua, luz y vegetación que refleja la influencia árabe en la ciudad. Además de las flores, con énfasis en los geranios, claveles o jazmines, los propietarios suelen agregar muebles antiguos, utensilios de cocina de hierro y otros elementos arqueológicos para completar la ornamentación del patio.
Así, el Festival de Patios continúa siendo uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad, generando un impacto económico significativo en un corto período de tiempo. Esta tradición cordobesa ha experimentado un notable aumento en popularidad, especialmente después de que los Patios fueran reconocidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO a finales de 2012. Esta distinción ha impulsado considerablemente las visitas a este evento, elevando su reconocimiento a nivel internacional y consolidándose como uno de los destinos turísticos más destacados junto con la Mezquita.
Este momento álgido se refleja en las impresionantes cifras de visitantes, con un total de 907.026 visitas registradas en la edición de 2023, una cifra comparable a la edición de 2019 antes de la pandemia.
Sin embargo, en esta edición se ha puesto de manifiesto un desafío importante para el Ayuntamiento: la necesidad de fomentar la participación de la generación más joven en la Fiesta. El premio de 800 euros destinado al Mejor Patio Joven ha quedado vacante en su primer año, ya que "no ha habido candidatos" dispuestos a competir en esta categoría inaugural.
Es crucial reivindicar el papel fundamental de los cuidadores, quienes son el corazón y el alma de la Fiesta de los Patios de Córdoba. Son ellos quienes abren las puertas de sus hogares para permitir que la ciudad se llene de vida durante unos días de celebración. Son los verdaderos pilares de esta fiesta, trabajando arduamente durante meses para hacer posible este período de dos semanas, en el que los hoteles, bares y restaurantes alcanzan su capacidad máxima gracias a la generosidad de la comunidad local.
Para futuros visitantes
Este año, el Ayuntamiento de Córdoba organiza el Concurso Municipal de Patios Cordobeses del 2 al 12 de mayo, donde los patios concursantes y los fuera de concurso estarán abiertos para visitas. Los horarios son de mañana (de 11:00 a 14:00 horas) y tarde (de 18:00 a 22:00 horas, excepto el último domingo que cierra a las 20:30 horas), con entrada gratuita y sin necesidad de reserva previa.
Los patios se encuentran distribuidos en varias rutas para facilitar la visita. Los visitantes solo necesitan hacer cola en el patio que deseen visitar. En la página web https://patios.cordoba.es/ se puede descargar un folleto con el mapa de las rutas y la programación artística del Festival de Patios.
Algunos patios pueden ser visitados fuera del concurso. Se ofrecen visitas guiadas por diferentes proveedores de servicios turísticos a través del portal Entradas, Visitas, Espectáculos y más .
La visita a los Patios de Córdoba es libre y gratuita, sin necesidad de cita previa. Sin embargo, se recomienda tener en cuenta que son casas particulares, generalmente de tamaño pequeño y con aforo limitado. Por lo tanto, se debe esperar turno para entrar y no demorarse mucho tiempo dentro para permitir que otros visitantes disfruten del patio.
La toma de fotografías dentro de los patios depende de la política de cada propietario. Se recomienda pedir permiso y, en caso de ser concedido, no abusar de la fotografía teniendo en cuenta a otros visitantes que esperan entrar. Esto es especialmente importante ya que el flujo de visitantes depende del espacio disponible.
Explorando los encantos de los patios de Córdoba
La mayoría de los hermosos Patios de Córdoba están ubicados en el encantador casco antiguo de la ciudad, siendo especialmente destacados los del Barrio de San Basilio, próximos al Alcázar de los Reyes Cristianos y la Mezquita-Catedral. Sin embargo, debido a su popularidad, estos patios suelen tener largas colas durante estas fechas tan especiales.
En ocasiones, puede ser más interesante explorar los patios situados en barrios más periféricos, alejados de las zonas turísticas más concurridas, como la Judería y el entorno de la Mezquita. Estos barrios pueden ofrecer una experiencia más tranquila y auténtica para los visitantes.
Los patios se distribuyen en varios barrios, entre ellos el Barrio del Alcázar Viejo o San Basilio, la Judería y San Francisco, Santa Marina y San Agustín, San Lorenzo y San Rafael, San Andrés y Realejo, y San Pedro y Santiago.
A la hora de elegir cuál ver, todos reflejan el cariño que sus cuidadores les dedican y merecen ser visitados; tan diversos, que es mejor dejar las preferencias al criterio de cada uno. Sin embargo, algunos patios han sido galardonados con premios a lo largo de los años, demostrando su excelencia y destacando en esta celebración.
Uno de los patios más premiados es Trueque, 4, ubicado en la zona de San Lorenzo-San Rafael. Otro destacado es San Juan de Palomares, 11. En el Barrio de Santa Marina, está Marroquíes, 6, que ha sido el patio más premiado en los últimos años. En el Alcázar Viejo-San Basilio, destacan patios como Martín de Roa, 9 y San Basilio, 44.
Para aquellos interesados en conocer a los últimos ganadores, en 2023, la medalla de honor la recibió Pastora, 2. En la categoría de Arquitectura Antigua, el primer premio fue para Tinte, 9. En Arquitectura Moderna, el ganador fue Duartas, 2.
Tipos de patios
Cada patio en Córdoba exhibe una arquitectura única, resultado de su propia evolución histórica, lo que dificulta establecer una tipología clara. Sin embargo, en líneas generales, los patios se dividen en dos grupos principales.
- Patios monumentales y señoriales
Estos patios están asociados con antiguos palacios de la aristocracia local o con destacados edificios religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la Sinagoga o el Santuario de la Fuensanta.
Con un total de doce patios y un jardín, el Palacio de Vaina se destaca como uno de los monumentos más fascinantes y singulares de Córdoba. Ofrece a sus visitantes un viaje único a través de cinco siglos de historia en un solo espacio. Comienza con el patio de vecinos de origen medieval, continúa por el jardín-huerto de influencia musulmana, y atraviesa los patios renacentistas, símbolos de poder, la sobriedad del Barroco cordobés y el refinamiento del Romántico. Es una visita imprescindible para aquellos que desean sumergirse en la historia, el patrimonio y la cultura de esta ciudad milenaria.
- Patios de concurso
Son aquellos que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. A su vez, se clasifican en dos categorías, según las modalidades del certamen: patios de arquitectura antigua y patios de arquitectura moderna o renovada. Los primeros son aquellos construidos hasta la década de los sesenta y que conservan sus características estructurales originales. Por otro lado, los patios de arquitectura moderna son aquellos que pertenecen a viviendas nuevas edificadas tras la demolición de una anterior o que han sido intervenidos de tal manera que han perdido sus elementos más característicos.
Premios
El máximo galardón del certamen, la mención de honor, es un premio que puede dejar desierto si considera que ninguno luce la espectacularidad requerida para ello, una espectacularidad mezclada con un importante palmarés y que está dotado con 4.000 euros. Asimismo, hay un premio al mejor patio joven, dotado con 800 euros, que puede quedar desierto si no hay un mínimo de tres patios que cumplan los requisitos, como que su cuidador sea menor de 30 años.
Luego, hay premios para los ocho mejores patios de arquitectura antigua, aquellos que han sido construidos hasta la pasada década de los 60 y que cualquier intervención realizada en la edificación haya mantenido las características fundamentales de las mismas, incluso con la reconstrucción parcial de sus elementos; y de arquitectura moderna, aquellos que, tras la demolición de una antigua edificación, han realizado una nueva con su correspondiente patio o los que sus niveles de intervención sobrepasen los condicionantes establecidos en los patios de arquitectura antigua.
El primer galardonado recibe 3.000 euros; el segundo, 2.500 euros; el tercero, 2.000 euros; el cuarto, quinto y sexto, 1.500 euros; y el séptimo y octavo, 1.000 euros. Además, los tres mejores patios singulares también se benefician de estos premios.
Por otro lado, desde el año 2010, el Real Jardín Botánico de Córdoba entrega un galardón a la planta más destacable del Festival de los Patios, tanto por sus características como por el cuidado de sus propietarios.
Música
La Fiesta de los Patios de Córdoba, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es una celebración emblemática que se entrelaza con la riqueza cultural de la ciudad. El Ayuntamiento de Córdoba, comprometido con la promoción de diversas expresiones culturales, incluye una variada programación de espectáculos flamencos en todo el municipio durante el mes de mayo. Este enfoque no es sorprendente, ya que Córdoba se transforma en un epicentro del flamenco no solo a nivel nacional, sino también internacional, especialmente con la llegada del Festival de la Guitarra en julio.
Arraigado profundamente en la cultura cordobesa, el flamenco presenta una amalgama de música de guitarra, baile vibrante y cantes emotivos. Durante estos eventos, los mejores bailaores de Córdoba cautivan al público con su destreza, mientras que el sonido de la guitarra, el zapateado, las palmas y los movimientos enérgicos crean una atmósfera única.
El flamenco cobra vida en las calles y espacios emblemáticos de la ciudad durante el Festival de los Patios Cordobeses. Con una amplia gama de ubicaciones, desde los patios de Las Campanas, Los Naranjos, Orive y Rey Heredia hasta el Alcázar Viejo, Corredera, Axerquía y La Calahorra, tanto lugareños como visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en esta expresión cultural. La mayoría de los espectáculos se ofrecen de manera gratuita, lo que permite que todos disfruten de la pasión y el arte del flamenco en un ambiente auténtico y acogedor.
Evolución histórica de los patios y el concurso
- La llegada de los árabes
Con la irrupción de los árabes en la Península, se introdujeron diversas innovaciones en la arquitectura residencial. Se simplificaron las fachadas exteriores y se centró la ornamentación en los patios internos, que se embellecieron con azulejos, celosías y suelos de ladrillo o empedrado. Estos patios se caracterizaban por la presencia prominente del agua, con la instalación de fuentes, surtidores y acequias, lo que propició el crecimiento de flores y árboles frutales.
- La fusión de estilos
Tras la conquista cristiana de Córdoba por Fernando III en 1236, la distribución de las viviendas experimentó pocos cambios formales durante el siglo XVI. El estilo mudéjar predominante se mantuvo prácticamente intacto, aunque se empezaron a incorporar detalles decorativos platerescos y renacentistas en los adornos de los huecos del patio. Ejemplos destacados de esta arquitectura son el palacio de los Ceas o de los Lunas.
Con la llegada del Barroco, en esta misma época, las casas cordobesas sufrieron modificaciones significativas. Se destacan las fachadas y se empezaron a construir patios de planta cuadrada con pórticos en la planta baja, mientras que en la superior se erigieron galerías cegadas con balcones. Esta transformación marcó un punto de inflexión en la evolución arquitectónica de la ciudad.
- El renacimiento del Clasicismo
Durante el siglo XIX, se observó un resurgimiento del gusto por lo clásico en la arquitectura cordobesa. Los palacios abandonaron el empedrado en favor de solerías de piedra o mármol, mientras que en las casas más modestas se empezaron a utilizar baldosas hidráulicas. Esta época estuvo marcada por la influencia del Neoclasicismo, que se reflejó tanto en la arquitectura como en la vegetación de los patios, donde las flores abandonaron los arriates para ser colocadas en macetas.
Además, se popularizó la decoración de elementos arqueológicos en los patios, y con la llegada del Romanticismo, se introdujeron cancelas que reemplazaron a los antiguos portones barrocos de madera. El siglo XIX se caracterizó por la fusión de estilos, combinando lo clásico con lo oriental y dando lugar a una arquitectura ecléctica que define la identidad arquitectónica de Córdoba.
- La transformación de los patios cordobeses
Durante el siglo XX, en Córdoba, el eclecticismo arquitectónico fue predominante, dando lugar a las "casas de vecinos", adaptaciones de antiguos palacios o edificios nuevos para población de escasos recursos, donde el patio se convirtió en el corazón de la vida comunitaria. A partir de 1918, se abrieron los patios al público, formalizando con el Concurso de Patios en 1921, aunque interrumpido durante la Guerra Civil. Bajo el gobierno de Antonio Cruz Conde desde 1952, el concurso se consolidó como festividad principal, con aumentos significativos en premios y ayudas. Surgieron el "Festival de los Patios Cordobeses" y la "Reina de los Patios". Bajo el primer gobierno democrático, liderado por Julio Anguita, se introdujeron nuevos criterios de valoración para priorizar la autenticidad. En 1988 se detallaron los aspectos a evaluar y se crearon diferentes categorías de premios. La participación aumentó en las últimas décadas del siglo XX, superando los 40 patios, consolidando la tradición como una de las más emblemáticas de Córdoba.
- Continuidad y reconocimiento internacional
Durante el siglo XXI, se han celebrado concursos de manera ininterrumpida, a excepción del año 2020, cuando la pandemia de Covid-19 obligó a suspender el evento en mayo. Sin embargo, se llevó a cabo una apertura sin concurso en octubre de ese año.
En estos años, se ha observado un aumento significativo en la dotación económica tanto de los accésit de participación como de los premios principales. Además, se ha registrado un notable incremento en el número de visitantes, especialmente después de que la Fiesta de los Patios fuera declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2012.
Los patios siguen siendo un símbolo de la rica cultura y tradición de la ciudad, atrayendo a visitantes de todo el mundo para disfrutar de su belleza y encanto único.
Todo para disfrutar
Tras la publicación del reportaje sobre las Fallas de Valencia y los Patios de Córdoba, el calendario de publicaciones patrocinadas por Iryo sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en España es el siguiente:
- Fiestas del fuego del solsticio de verano de los Pirineos (junio)
- Misterio de Elche (julio)
- Torres humanas o “castells” (septiembre)
- Cetrería (octubre)
- Flamenco (noviembre)
- El Canto de la Sibila (diciembre)
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