A 120 km del centro de Málaga nos encontramos con el pueblo de Alpandeire. Quizás este pueblo no te lo encuentres habitualmente en las listas de ‘pueblos que visitar’ de las guías de turismo habituales, pero motivos tiene, y de sobra, para que lo consideres como opción en tu próximo viaje por Andalucía.

Dos momias perfectamente conservadas en Alpandeire

Este pueblo situado en el Valle del Genal, en la Serranía de Ronda (de hecho está a menos de media hora en coche de Ronda, por lo que puede ser un plan perfecto de fin de semana o de puente) cuenta con poquitos habitantes, unos 281 en 2023.  Cerca de Alpandeire podemos visitar algunos monumentos naturales de infarto, como las cimas de Jarastepar, los tajos del Canalizo e Infiernillo, el Cerro de los Frailes, la cascada del Chorrerón y el nacimiento de agua del arroyo Laza.

Sin embargo, por lo que realmente destaca Alpandeire de otros municipios es porque alberga en la así llamada Catedral de la Serranía de Ronda, la iglesia erigida en homenaje a San Antonio de Padua, un enigmático secreto: los restos momificados de un hombre y una mujer. Al parecer, los habitantes de Alpandeire aseguran que se trata del matrimonio que ayudó a financiar el templo, y que posteriormente fueron embalsamados y enterrados en su interior.

Una iglesia colosal con un misterio en su interior

El templo fue restaurado en el siglo XVIII, en 1713, siglo en el que se descubrieron las momias, por lo que pueden tener más de 300 años de antigüedad. Se trata de un edificio descomunal, no tanto por su tamaño en sí, como por las humildes proporciones de Alpandeire. Cuenta la leyenda que su ubicación actual podría ser fruto de un error: alguien, equivocadamente, comenzó las obras de construcción en este pueblo, cuando, en realidad, su destino era otra localidad de mayores dimensiones. 

A mitad de las obras del templo, y quedándose sin dinero, tuvieron que volver a pedir una ayuda económica al matrimonio, dirigiéndoles estos a un gran pilón de oro que tenían en casa. Es el ‘Pilón de la tía Florita’, una leyenda que es sabida por todos los habitantes del pueblo, y que incluso han adaptado a sus costumbres populares en forma de refrán. 

Es en el sótano de la iglesia donde se encuentran alojadas las dos momias, un nicho que acoge a tía Florita y su marido. Los estudiosos afirman que el estado de conservación del matrimonio, para haber pasado por ellos más de 300 años, es asombroso, y desconocen qué técnica de embalsamamiento se usó.

Para visitar las momias de Alpandeire hay que entrar en la Iglesia de San Antonio de Padua (o la Catedral de la Serranía de Ronda, como también se la conoce). Si necesitas información para horarios o reservas de visita, puedes llamar al teléfono 952 18 02 54 o enviar un correo electrónico rellenando este formulario.