Turismo Experiencial

Almería, tierra de sabor

  • La provincia almeriense ha presentado su candidatura a Capital Gastronómica Española en 2019, que se decide el 17 de octubre.

  • Huelva fue capital de la cocina española durante todo el año 2017

Los participantes de A una hora de Almería en un mirador de Padules

Los participantes de A una hora de Almería en un mirador de Padules

Cuando se prepara un viaje a Almería, los primeros ingredientes que vienen a la mente tienen que ver con el desierto y la playa. En cuanto se va acercando el momento de perfilar la receta, se descubre la zona de Sierra Nevada y una Alpujarra con el apellido de almeriense.

Mar, tierra, montaña, desierto y un huerto gigante bajo plástico que abastece a gran parte de Europa hacen que la cocina almeriense sea variada, rica, y sobre todo mestiza. Capaz de incluir en un mismo menú: queso, carne, pescado, vino, licores, embutidos, fruta y verdura sin salir de Almería. Un caldero garruchero, un cuajadero de pulpo o un buen trigo alpujarreño.

Esta riqueza es el impulso para presentarse como candidata a Capital Gastronómica de España en 2019. De hecho, la ruta  Almería pesquera se va a incorporar a las rutas Andalucía, paisajes con sabor.

La abundancia en diferentes alimentos puede ser un magnífico hilo conductor para recorrer Almería. Y este es el que un grupo de 50 blogueros e influencers han decidido escoger para dar a conocer esta tierra a través de las redes sociales a todo el mundo. De hecho, #AunahoraAlmería fue trending topic (tendencia en twitter durante todo el fin de semana del 15 al 16 de septiembre).

Andalucía, a vista de móvil

La iniciativa @aunahorade nació como un proyecto de dinamización del centro Guadalinfo de Lora del Río, en Sevilla, ha conseguido en unión de otros centros de toda Andalucía, que medio centenar de blogueros, influencers e instagramers den a conocer las zonas menos explotadas turísticamente de Andalucía. El valle de los Pedroches, la Sierra Norte de  Sevilla, la Sierra de las Nieves, etc. han recibido ya esta visita de viajeros que, móvil en mano, registran cada rincón y lo publican instantáneamente.

En Almería ha contado también con la colaboración de la Junta de Andalucía, la Diputación de Almería y los ayuntamientos de los municipios visitados, así como varias empresas locales además de Iberitos, Cruzcampo y el concesionario Indalo Motor.

Todo a golpe de clic, tantos que consiguieron generar más de 6.950 tuits durante todo ese fin de semana y más de 18 millones de impactos en internet. Fue trending topic a nivel nacional en varias ocasiones durante ese fin de semana y antes de comenzar la ruta se habían generado más de 1.200 tuits.

Alpujarra almeriense

La ruta, que tuvo un alto componente gastronómico comenzó en Padules, con la Paz de la Alpujarra y las canales se presenta como un lugar lleno de historia y leyendas. El río Andarax crea las gargantas de Las Canales y Los Canjorros, un espacio estrecho que permite que una persona pueda tocar simultáneamente Sierra de Gádor y Sierra Nevada. Aquí ocurrió una revuelta morisca que terminó con la paz de las Alpujarras, fue sofocada por los tercios del rey. Un hecho que se representa cada año por parte de todo el pueblo con ropas propias de 1570.

La Alpujarra almeriense tiene hisoria y naturaleza por todos lados, pero sobre todo cultura. No sólo antigua, también participativa. Y, como ejemplo, Almócita, el pueblo del mayor candil del mundo. Un municipio donde las paredes se llenan de poesía y pintura. El alma de Almócita impregna todo en cuanto se pone un pie en el pueblo. Y para terminar la visita, una curiosa ruleta donde el amor es el protagonista. 

Fondón guarda celosamente historias de casas palaciegas y familias principales, con un protagonista, Juan Gabriel, donde se cruzan la Ilustración y el liberalismo de la Pepa. La preocupación por las buenas costumbres le llevó a destruir los aljibes situados a las afueras del pueblo y construir una fuente exenta en mitad de la plaza donde había una cara para que las mujeres y otra para que los hombres abrevaran a las bestias. Lo que ha ocurrido en un Fondón con la creación del Palacio de las Godoya es algo que se repite en todos los municipios de la Alpujarra almeriense. Hacer partícipes a la población de la vida cultural es un modo de luchar contra la despoblación, haciendo que cada habitante sienta su localidad como propia, parte de ellos. Un pequeño museo hecho con las aportaciones de los diferentes vecinos y su trabajo altruista.Desde aquí, las siguiente parada es Laujar de Andarax, conocido como capital de la Alpujarra almeriense, que encierra restos de la antigua Alcazaba, refugio de Boabdil en sus últimos momentos en la penísnsula ibérica, además de una iglesia que data de 1530. Y para el final, una visita a un antiguo telar donde aún se hacen las jarapas a mano y bolsos tejidos con técnicas ancestrales. 

El último punto que registraron los viajeros en las redes sociales fue Alcolea. El aceite y un pueblo lleno de vida con olivos milenarios pusieron el punto final a la ruta por la Alpujarra almeriense.

Pan y mar en Los Gallardos y Garrucha

Pero salir de la provincia de Almería sin visitar la costa y probar uno de sus manjares más conocidos, la gamba roja de Garrucha, debería estar prohibido. Pero antes, y más hacia el interior hay una pequeña población, Los Gallardos, donde se vive intensamente el teatro, el pan y sobre todo el aceite y la  miel. 

Y para concluir la visita gastronómica por la provincia de Almería, un paseo en barco por la tranquila costa de Garrucha para terminar en uno de los restaurantes que hay en el municipio, como La Pinta, para degusta torticas, cuajadero de pulpo o caldo garruchero. Todo ello con el vino almeriño, una variedad de albariño hecha en Almería por bodegas Barea Granados.

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