Ballenas, delfines y orcas a la vista

El Estrecho de Gibraltar es un lugar privilegiado para conocer y acercarse a los grandes mamíferos marinos. Aunque pueden encontrarse en otras partes del Mediterráneo, las costas de Cádiz cuentan con la mayor variedad y verlos resulta más fácil. La presencia de orcas en la zona, una especie dificilmente visible en el país, es lo más extraordinario que ofrecen las salidas en barco que ofrecen, como reclamo turístico, varias empresas de la zona.

Desde principios de la primavera, y sobre todo en los meses de verano, grupos de orcas se acercan al Estrecho en busca del atún rojo, que, con los 500 kilos que puede llegar a pesar, constituye una importante fuente de alimento para continuar sus migraciones. La fauna marina de la zona se compone también de varias subespecies de delfines y ballenas. El conjunto de estos factores ha favorecido el crecimiento de empresas y fundaciones que se han asentado en el lugar desde la década de los 90 y que organizan excursiones para niños y adultos.

En Tarifa hay principalmente cuatro grupos que se dedican a esta actividad. La temporada comienza alrededor de Semana Santa y llega hasta final de octubre, aproximadamente. Trabajan en una competencia amistosa en la que ofrecen el mismo tipo de excursiones y precios. Además, pueden intercambiarse clientes dependiendo de las plazas de las que dispongan. Hay dos tipos de excursiones: de dos o de tres horas. En la más corta los barcos navegan cerca de la costa, donde se pueden observar delfines, cachalotes o rorcuales, entre otros. Los precios son de 30 euros para los adultos y 20 para los niños. La excursión de tres horas, que se aleja un poco más de la costa, ofrece además el avistamiento de orcas. Son algo más caras, pues cuestan 45 euros para adultos y entre 25 y 30 para los niños.

Whale Watch España fue la primera organización que se asentó en Tarifa, en 1995. Al principio salían a explorar el mar en barcos de pescadores de la zona. Ahora embarca a sus clientes con las otras empresas, dependiendo de las horas y la disponibilidad. La siguiente en asentarse fue Aventura Marina, en 1997. Lo especial de esta empresa es el barco que utiliza para sus salidas. Es un catamarán con la parte inferior llena de ventanas, lo que permite ver a los cetáceos desde dentro. El barco tiene un sistema de motores interior, en el que se recoge agua, se acelera dentro del barco y se expulsa. Esto permite acercarse mucho a los animales porque no hay ninguna hélice u otros elementos exteriores que puedan dañarles.

La Fundación Firmm, que nació en Suiza en 1998, también tiene su papel en Tarifa, donde desde hace 17 años trabaja en un banco de datos. Un biólogo marino les acompaña en todas las excursiones y recoge los detalles sobre las especies que se ven, junto con su comportamiento (qué comen, si están jugando, si están tímidos, curiosos o si se acercan a los barcos). Todo esto se estudia en relación con la época del año, el momento del día y las condiciones climáticas. Firmm ofrece también cursos de una semana en los que salen al mar y explican la investigación que llevan a cabo. Su finalidad es entretener y, sobre todo, enseñar a conocer y proteger a estos animales.

La más reciente, aunque con poca diferencia, es la empresa Turmares, que funciona desde 1999. Cuenta con una flota de tres barcos; el más grande de los cuales, con visión submarina, tiene 150 plazas. El segundo en tamaño, con capacidad para 60 personas, es el más rápido. El más pequeño se dedica a hacer excursiones privadas para unas seis personas y su precio de alquiler ronda los 600 euros. Turmares colabora en algunos estudios con las universidades andaluzas y además ofrece prácticas para sus alumnos. En su labor de investigación publica trabajos científicos en todo el mundo y representa a España en el congreso de la Comisión Ballenera Internacional.