Desfiles SIQ-Moda Nupcial

Camino del altar pasando por el Alcázar

  • Alejandro Postigo, Atelier Rima e Inma Castrejón inauguraron este lunes en el Salón Gótico la V edición de la pasarela nupcial SIQ

Desfile de Alejandro Postigo en SIQ / ÁLVARO OCHOA

El Salón Gótico del Real Alcázar se tiñó de blanco durante la tarde del lunes. La moda nupcial más romántica y evocadora sirvió de contraste a la imponente estancia donde priman los coloridos tapices y azulejos durante los tres desfiles con los que dio comienzo la V edición de SIQ, Sevilla Handcraft & Fashion. Los encargados de inaugurar esta edición fueron Alejandro Postigo, Atelier Rima e Inma Castrejón, que supieron plasmar en los diseños la historia de amor del rey taifa Al Mutamid con la esclava trianera Romaiquía (Itimad como mujer libre), fuente de inspiración de SIQ este año.

Romaiquía, la musa de Alejandro Postigo

Tomando prestado el nombre del amor de Al Mutamid, Alejandro Postigo presentó Romaiquía, una colección de cortes románticos donde las transparencias y la vaporosidad fueron la tónica dominante. Postigo quiso jugar con los contrastes en los tejidos y las formas. A pesar de que su apuesta fuerte fueron las sutiles transparencias, no quiso dejarse atrás los encajes, drapeados e incrustaciones. La novia de Postigo se decanta por los vestidos de dos piezas que en sus diseños nunca son independientes.

'Romaiquía', la colección de Alejandro Postigo. 'Romaiquía', la colección de Alejandro Postigo.

'Romaiquía', la colección de Alejandro Postigo. / Antonio Pizarro

Faldas vaporosas con mucha caída y vuelo se combinan con cuerpos drapeados e incluso con flores superpuestas de colores. En algunas ocasiones, los diseños parecen simular la cola escamada de una sirena, en otras evocan a tiempos pasados. En cuanto a los tejidos, Postigo busca crear relieves y texturas con gasas en seda natural, encajes, tul bordado, espolín y pailletes. Las tonalidades predominantes en sus diseños siempre son el blanco, el marfil, la piedra y el dorado. Éste último tuvo gran protagonismo en los diseños.

Invitadas con transparencias y adornos en cera natural

Como no hay boda sin invitadas, Postigo también propuso varios diseños de este corte. Arriesgado en las formas, el diseñador apostó por las transparencias, los drapeados, dorados y las flores en los trajes. Destacó un diseño tipo túnica en dorado y verde con terminaciones en largos flecos. En cuanto a los complementos, Postigo contó con Benjamín Bulnes, que se decantó por adornos para el pelo realizados en cera natural de la Cerería del Salvador con las misma técnicas que se utilizaban en el siglo XIX, combinados con seda, alpaca y latón dorado.

Colorida túnica de Alejandro Postigo. Colorida túnica de Alejandro Postigo.

Colorida túnica de Alejandro Postigo. / Antonio Pizarro

La leyenda de Itmad, inspiración de Atelier Rima

Con una puesta en escena muy musical, Rima Poceviciene propuso con su firma Atelier Rima la colección Rosas de Almendro. Inspirada en la leyenda de la propia Itimad, cuyo anhelo era ver la nieve y vio cumplido su deseo gracias a pétalos de almendro, la diseñadora apostó por la mezcla de materiales, texturas y colores. Vestidos, en su mayoría, ceñidos al cuerpo dejaron ver a una novia muy femenina. Atelier Rima propone diseños en los que se recupera la importancia de la cola y donde las superposiciones son protagonistas.

Una de las propuestas de Atelier Rima. Una de las propuestas de Atelier Rima.

Una de las propuestas de Atelier Rima. / Antonio Pizarro

Abrigos sobre un vestido que en realidad es un mono, gasas que cubren cuerpos en micado y nada de pomposidad. La novia que propone Rima Atelier se decanta por los cuellos de barco, los escotes a la caja y en uve. También apuesta por los dos piezas, el corte de sirena y el estilo princesa. En cuanto a los tejidos, Rima Poceviciene se decanta por el crepé, el micado, los brocados, las gasas en tul, los encajes y el guipur. En el caso de los complementos, priman el velo –como era de esperar–, los tocados y diademas que recordaban a las princesas.

La marina en el Alcázar

Inspirada por la marina, Inma Castrejón se encargó de poner el broche final con Sailors. La diseñadora apostó por chaquetas de anchos hombros, cinturas ceñidas, faldas lápiz y tableadas. En Sailors se volvió a ver el crepé, que en esta ocasión se acompañó de pedrerías y micados en azul marino, azul ducado, gris, plata, blanco y amarillo pastel. Castrejón apostó para su colección por complementos de la firma Alhó Tomares.

La tarde del martes continúan, que comienza a las 19:30, cuenta con los desfiles de los diseñadores Iván Campaña, Patricia Bazarot y Daniel Carrasco.

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