En Sevilla soplaba el aire y las chaquetas acompañaron a más de un invitado en la segunda cita de la ciudad con la moda de costura. El Salón Gótico del Real Alcázar acogió una nueva jornada de desfiles del evento SIQ HandcraftandFashion, que protagonizaron, en esta ocasión, la joven firma de José Luis Zambonino, la diseñadora Carmen del Marco y el modisto sevillano Manolo Giraldo. Costura y arquitectura se unían un día más en el palacio sevillano.

Horas de nervios y prisas precedieron la presentación de Joyas prestadas, la colección del gaditano José Luis Zambonino que abrió la sesión. El punto fuerte, la propuesta de las faldas pantalón tanto para la noche como para el día. El modisto, que se dedica más a la moda ceremonial que flamenca, confesó que era la primera vez que desfilaba con estas prendas, "el grueso del trabajo cotidiano" con sus clientas. Las modelos portaron, con algunos trajes, piezas de sombrerería creadas por el propio diseñador y joyas de María Lama.

El desfile central de la jornada fue el de Carmen del Marco. La diseñadora, que no pudo acudir a la cita por motivos de salud, comentó que estaba encantada con participar en SIQ y que desea que "Sevilla, cuna de artesanos, llegue pronto a ser capital mundial de la moda de costura". Sus diseños aportaron dulzura y romanticismo en la fresca tarde sevillana. Noches monegascas es una colección de vestidos festivos en tonos empolvados hechos con tejidos con caída, pero con volumen, resaltó Del Marco. Trajes pensados para todo tipo de mujeres pues, según apuntó la diseñadora, "pueden ser princesas a cualquier edad".

El broche de oro, literalmente, lo puso el "lujo extremo" de Manolo Giraldo. Una veintena de piezas de la colección Rumanía con un marcado aire folk y en la que destacaron la mezcla de tejidos y texturas y llamativos bordados en oro y plata. Diseños hechos para una mujer "segura de sí misma con mayúsculas, atrevida y decidida".