Manuel Casellas transforma la Galería Zunino en una Caja Negra de reflexión tecnológica

Sevilla/La Galería Zunino realiza una metamorfosis artística al recibir "La Ley de la Gravedad", la última obra expositiva de Manuel Casellas. Este innovador proyecto, presentado como instalación video-sonora, sumerge a los visitantes en un universo caótico y efímero, reflejo del vertiginoso ritmo de la vida contemporánea.

En su primera exposición individual en la galería, Casellas despliega una experiencia multisensorial que desafía las percepciones y cuestiona la realidad a través de dispositivos tecnológicos, transformando la galería en un espacio inmersivo. "La Ley de la Gravedad", que sigue la estela de su participación en la colectiva "Los únicos que saben de arte son los artistas", introduce a los espectadores en un mundo anárquico y veloz, donde la tecnología actúa como intermediaria entre la realidad y la percepción.

A través de tablets y móviles, en lugar de lienzos, el artista plasma la frenética realidad que nos rodea recurriendo a líneas que se entrelazan y transforman en formas enigmáticas y caprichosas, desafiando las expectativas del espectador, haciéndole creer que ve algo, pero no. Nudos, líos, fuego. Sólo la luz de las pantallas, luces proyectadas. Sonidos que acompañan –o no-. Reflejos. Falsos tejidos, telas de araña. Fucsia. Naranja. Rojo. Negro. Nada es estático en su diseño, todo cambia constantemente. La obra se convierte así en una experiencia envolvente que incita a la reflexión sobre la autenticidad en un mundo que exige constantes adaptaciones.

El conjunto de piezas, "Fuego", "Black Hole", "Lub Dub", "Hello World!", "Future", "Caída Libre", "Propiocepcion", "Turba" y "Reboot", ilumina la galería con luces proyectadas y sonidos acompañantes que exploran el papel de la tecnología en nuestra percepción del mundo. Reflejos, falsos tejidos y colores vibrantes como fucsia, naranja y rojo, se entrelazan, creando un diálogo entre lo tangible y lo efímero.

En palabras del propio Casellas, "el futuro ya no se percibe únicamente a través de los ojos, sino que se experimenta de manera desligada de lo tangible". "La Ley de la Gravedad" no solo transforma el espacio expositivo, sino que desafía nuestra percepción del mundo, invitándonos a cuestionar lo que vemos y a explorar la desconcertante belleza de un futuro que se despliega más allá de lo concreto y material.