JUAN Carrero Rodríguez (Sevilla, 16 de mayo de 1934-13 de junio de 2006), fue recordado a su muerte por todos los medios de comunicación sevillanos como el autor que dio lo mejor de sí a las Hermandades y Cofradías, aportando la tarea más ingente de recopilación historiográfica hasta ahora publicada. Desde hace unos años tiene calle rotulada con su nombre en un lugar recoleto de su barrio de San Vicente.

A nosotros nos correspondió presentar el volumen IV de la Hemeroteca Cofradiera de Juan Carrero Rodríguez, aún inédito, que incluye una serie de artículos publicados entre 1993 y 1996, más una relación de las imágenes de la Virgen Coronada Canónicamente en Andalucía. Una espléndida aportación al conocimiento de la rica y compleja miscelánea cofrade, que constituye un cuerpo documental de fácil consulta, tanto por el índice pormenorizado de cada uno de los volúmenes, como por los índices onomástico y temático que se incluirían como apéndice en el último volumen de la colección.

La Hemeroteca Cofradiera de Juan Carrero Rodríguez supone la recuperación documentada de la vida de las Hermandades y de cuanto se relaciona con ellas en todos los campos posibles, como una crónica de detalles que enriquece la historia y la complementa precisamente en los aspectos más vinculados a la humanística cofrade. Y el autor no se limita a recuperar sus trabajos publicados, sino que los enriquece, actualizándolos de acuerdo con las últimas novedades aportadas por las investigaciones que realiza personalmente o bien por los datos añadidos de la nueva bibliografía y hemerografía cofrades, en permanente expansión editorial durante los últimos años.

Si Juan Carrero Rodríguez no estuviera ya reconocido como el analista, así, en singular de las Cofradías; como el investigador tenaz y riguroso de los archivos de las Hermandades; como el autor que más y mejor ha documentado la crónica cofradiera; como el más veterano y prolífico divulgador de la cultura de la Semana Santa en diarios, revistas y emisoras de radio y televisión, además de conferencias, y si no disfrutara ya del crédito ganado a pulso durante muchísimos años de trabajos que le han consagrado como el autor indispensable para conocer un mundo tan complejo como el de las Hermandades y Cofradías, con obras básicas avaladas por varias ediciones, siempre ampliadas y enriquecidas, bastaría ahora esta nueva aportación de la Hemeroteca Cofradiera para considerarle la fuente documental más completa donde acudir para conocer la crónica histórica de síntesis del mundo cofrade. La Hemeroteca Cofradiera está llamada a valorarse como una obra cumbre de consulta, completísima y sin comparación posible con otros intentos bibliográficos, como resultado feliz de toda una vida dedicada a las Hermandades y Cofradías, con grandiosa e ilusionada generosidad, trabajando en silencio, con humildad, y desarrollando con talento el fruto de sus investigaciones.

Sería justo y oportuno recuperar su obra aún inédita, de gran valor histórico y complementario de lo ya editado en vida del autor.