Saborear Málaga a través de sus vinos

El sabor nos une, y el olor a la buena cocina. Eso ha quedado claro en la jornada organizada por la Diputación de Málaga, los encuentros Verema, en el hotel Alfonso XIII de Sevilla. La capital de la Costa del Sol y la ciudad de la Giralda se han dado la mano gastronómica en la presentación de las novedades de las bodegas de la provincia de la Costa del Sol. Todo teniendo como director de orquesta al chef malagueño Sergio Garrido, que ha dejado en cada plato un trozo de Málaga. Porque, como ha explicado la bodeguera Victoria Ordóñez, "Andalucía es tierra de vinos".

Para empezar a abrir boca, los aperitivos han hablado de una de las comarcas malagueñas más mágicas, la Axarquía. El queso de cabra malagueña con perlas de miel de caña de Frigiliana y el vermut Ventura 27 (Dimobe-Bodega A. Muñoz Cabrera) ha dejado desde el primer momento con ganas de seguir saboreando Málaga y un regusto a naranja que acompañaba de una manera especial, con el punto justo de amargor casi acanelado el queso de los montes malagueños.

No podían faltar las gildas, esta vez con un toque mediterráneo con aceituna aloreña, jalapeño de la Axarquía y queso fresco de la Cañada del Capitán. Eso sí, acompañada por el tinto vegano Kieninger Ezequiel, de bodega Kieninger (D. O. Sierras de Málaga) con una uva austriaca que se ha adaptado a la serranía de Ronda de un modo tan bueno que casi parece de aquí.

Como entrada fría, un guiño a la Málaga cosmopolita: Taco con boquerón vitoriano (no podía faltar) y tartar de caballa y gamba malagueña, aguacate de la Axarquía y chips de verdurita. Tampoco podía haber Málaga sin jábega. Aquí viene en el vino. Jábega Blanco 2019 de la bodega Victoria Ordóñez e hijos (D. O. Sierras de Málaga). Una bodeguera que ha investigado mucho sobre el vino, tanto que cuando explica cada uno de sus vinos se puede casi llegar a Al-Andalus y cómo se introdujo la Pedro Ximénez en la Península Ibérica. La bodeguera reivindicó los blancos secos malagueños que le dieron fama a sus lagares en el pasado.

En caliente no podía ser otra cosa que el gazpachuelo, bacalao al carbón peregrina malagueña y una copa de Ariyanas Romé Rosado, de Bodegas Bentomiz (D. O. Sierras de Málaga). Un vino casi familiar con una uva autóctona, la romé. que sabe a los suelos de pizarra y cuarzo de la Axarquía y que es una apuesta arriesgada pero que siempre triunfa.

Otro de los clásicos, el chivo es el protagonista del plato principal con un canelón de chivo lechal malagueño asado al carbón sobre migas de Mollina con croquetas de embutidos de chivo. Un plato contundente que aún mejoró más acompañado de Vega del Geva Crianza, de bodegas Pérez Hidalgo (D. O. Sierras de Málaga).

El postre fue un homenaje al valle del Guadalhorce, el rico frutal malagueño. Cortadillo de naranja de Pizarra, Limones de Álora, Mermelada de Huevo de Toro (los característicos tomates de Coín) y Albahaca con Migas de Chocolate. Y para prolongar el dulzor de Málaga, un Dulce Delicia número 12 (D. O. Málaga) de bodega Corijo la Fuente. Con una reivindicación: A la hora de los chupitos, uno de los vinos dulces y densos de las bodegas andaluza, toda una garantía de sobremesa agradable.

El horario de la feria-showroom de esta experiencia, llamada Verema Sevilla, es hasta las 21:00 de hoy lunes 13 de noviembre.

Los vinos son de las denominaciones de origen Sierra de Málaga y Málaga. Las bodegas que participan: A. Muñoz Cabrera, Kienninger, Victoria Ordóñez, Bentomiz, Pérez Hidalgo y Cortijo La Fuente.