El kilómetro cuadrado más hermoso de Sevilla se encuentra en este barrio según la Guía Repsol

Sevilla cuenta con numerosos barrios repletos de historia y cultura que merece la pena conocer. Unos más céntricos y otros más alejados del bullicio, la mayoría de ellos cuentan con varios atractivos que los llenan de vida tanto entre semana como los fines de semana. Bares de siempre, establecimientos más novedosos, vecinos y vecinas comprando en sus calles o edificios emblemáticos son algunos de ellos. Pero, si se tuviera que elegir cuál es el lugar con más belleza de toda Sevilla, ¿cuál sería y por qué?

Los expertos de la Guía Repsol lo han tenido claro a la hora de elegir uno: el kilómetro cuadrado más hermoso de la ciudad, según ellos, coincide con el barrio de Santa Cruz. Y es que este, además de sus callejuelas, plazas y patios, cuenta con algunos bares y restaurantes que merecen una visita.

Uno de los mencionados en dicha guía es la taberna El Tenderete, ubicada en la calle Rodrigo Caro, número 3. De ella explican que sigue manteniendo la misma clientela de siempre «pese a la proliferación de otros negocios de hostelería en la zona». En ella se pueden degustar platos y tapas tan típicos como las espinacas con garbanzos.

Siguiendo la ruta por este barrio, del que destacan plazas como la de Santa Marta o lugares como el callejón del Agua, se trasladan hasta la calle Jamerdana, en la que se encuentra el establecimiento Esencias de Sevilla, dedicado a la venta de especias e infusiones. Este negocio se encuentra ubicado en la que fue la casa del poeta y escritor José María Blanco White. Y como asegura, «el té Leyendas de la Giralda, compuesto de té rojo, canela y limón es una muestra más de la simbiosis de culturas».

Siguiendo por la plaza de Doña Elvira en la Guía Repsol destacan La Cueva. Se trata de un restaurante de la calle Rodrigo Caro famoso, especialmente, por la elaboración de paellas, que si bien es cierto que no son propias de la gastronomía sevillana, son demandadas por los turistas extranjeros en cualquier lugar de España.

No se olvidan en este recorrido de la Bodega de Santa Cruz, famosa por sus montaditos de pringá y su vino casero, o La Taberna del Giraldillo, esquina con la plaza del Triunfo. Se trata de dos de los establecimientos más visitados del barrio por su privilegiada ubicación.

Respecto a las opciones más dulces no se puede quedar atrás la pastelería Los Angelitos, en la calle Santa María la Blanca. «El aspecto de su escaparate hace que frenemos en seco y contemplemos boquiabiertos lo que hay detrás del cristal. Alfajores, pestiños de miel y los demandados buñuelos de cuaresma, con vainilla y canela, especias que llegaron de América para fundirse con las recetas de abadías y conventos dulcifican la vida de los clientes de toda la ciudad».

Se trata, sin duda, de un recorrido de 10 perfecto para quienes quieran adentrarse en el casco antiguo de la ciudad y disfrutar de su historia y su variada y deliciosa gastronomía.