Un clásico que vuelve a sus raíces
El Burladero apuesta por una nueva carta de tapas tradicionales en el 85 aniversario del Hotel Gran Meliá Colón
En 1929, a la sombra de la Exposición Iberoamericana, la calle Canalejas fue testigo de la inauguración del Hotel Majestic, obra del arquitecto José Miguel de la Cuadra Salcedo, marqués de Castilleja. Hoy, tradición y vanguardia se funden bajo la cúpula modernista del Hotel Gran Meliá Colón, una de las pocas estructuras originales que se conservan en este edificio que cumple ahora 85 años. "El Hotel Majestic, que tras la Guerra Civil cambió su nombre, fue el primer hotel en Andalucía con cuarto de baño propio en cada una de sus habitaciones, además de calefacción y ascensor", explica Alberto Lalinde, director de este establecimiento desde hace un año, que recuerda cómo en un periódico de la época ha encontrado un anuncio donde se hablaba de las tarifas del hotel: una peseta por noche.
Tras una importante obra de remodelación que mantuvo el hotel cerrado durante tres años, en marzo de 2009 abrió de nuevo sus puertas con un diseño diferente en el que confluyen la moderna decoración del francés Philippe Starck con trazos del patrimonio cultural de Sevilla, tanto por los detalles que recuerdan su tradición taurina como por las puertas de cada una de sus habitaciones, en las que se pueden apreciar reproducciones de cuadros de los maestros españoles del Siglo de Oro, dedicando cada planta a pintores como Goya, Velázquez, Murillo o Valdés Leal. Hoy, el edificio está catalogado como monumento y mantiene su fachada original de estilo neoclásico, así como la escalera principal.
Con motivo de su aniversario, el equipo directivo del Hotel Colón, liderado por Alberto Lalinde e Inmaculada Palencia, quiere reforzar la imagen de su restaurante, El Burladero. "Reconozco que la empresa se equivocó cuando , tras su reinauguración, decidió poner una carta innovadora y contó con la colaboración del cocinero Dani García", señala Alberto Lalinde. "Hay lugares donde la cocina de este chef funciona muy bien, pero en Sevilla no cuajó".
Desde hace dos años, Javier Rico, natural de Utrera, está al frente de la cocina de El Burladero, que tiene ya 56 años. "El chef ha trabajado duro en una nueva carta que recupera las tapas tradicionales y andaluzas. No intentamos reinventar nada, sólo recuperar la esencia de este lugar", apunta Lalinde. "Durante estos dos años, hemos estudiado a nuestro público hasta decidir qué es exactamente lo que busca". El adobo sevillano, ensaladilla, rabo de toro, croquetas de jamón o bacalao son algunas de las tapas clásicas de la nueva carta de El Burladero, que desde el pasado mes de septiembre cuenta con una terraza. "El Burladero forma parte del sentir de la ciudad. Durante años estuvo muy arraigado a Sevilla y nos gustaría recuperar eso", anota Inmaculada Palencia, directora general del Hotel Gran Meliá Colón y el Gran Meliá Fénix de Madrid. Una mirada al pasado como estrategia para el éxito.
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