La progresiva vuelva a la normalidad, también comercial, se refleja en el creciente vínculo entre el turismo español y portugués. Tras el amargo paréntesis por la pandemia, vuelve una tendencia ya muy acusada en 2019: “Somos países hermanos cada vez más cercanos, las exportaciones durante esta pandemia entre Portugal y España van muy bien, tanto, que en este 2021 han subido un 10 por ciento en relación con el 2019, el año anterior al Covid, y ya éste fue un récord”. Quien desvela esa cifra es Luis Moura, consejero de Economía y Comercio de la Embajada de Portugal en Madrid, y lo hizo durante la presentación, en el Consulado de Portugal en Sevilla, del proyecto A Viagem. 500 años de la expedición de Magallanes.

El proyecto, promovido por Agavi, la Asociación para la Promoción de la Gastronomía, Vinos, Productos Regionales y Biodiversidad del país vecino tuvo su primera parada en Chile en plena pandemia, llegó ayer a Sevilla y a principios de año tendrá otra parada en Tokio antes de cerrar en Oporto.Antonio Sousa, presidente de Agavi, recordó que “la estrecha colaboración entre Portugal y España comenzó ya en el Tratado de Tordesillas, fuimos los primeros en plasmar la globalización. Con esta iniciativa queremos reafirmar esa alianza”.

El sabroso bacalao sobre puré de castañas del chef luso Helio Loureiro.

En el acto celebrado en los jardines del Consulado, se sirvió un almuerzo maridado con vinos portugueses, presentados por el enólogo y viticultor Carlos Magallaes. Un espumoso DO Bairrada, Quinta do Ferrao 2005, para la bienvenida. Fresco, con la acidez propia de esos vinos atlánticos.

El chef español Andrés Pereda, de Kabuki, se encargó de los entrantes, una original tortita de camarones con un fantástico Fino en Rama Tío Pepe de una bota seleccionada especialmente, y un segundo que refleja ese hilo que cose las culturas, que es la gastronomía: “Usuzukuri (un fino corte japonés de pescado) de urta con adobo (Cádiz)”, que estuvo acompañado de un vino blanco DO Dao (Portugal), Caminhos Cruzados 2020.

El chef luso Helio Loureiro sirvió luego un suculento bacalao sobre puré de castañas, regado por un vino tinto DO Douro, reserva Parceira 2015, y, para acabar, un tocino de cielo acompañado de un oporto Tawny de 20 años, Quinta do Infantado.

Joao Queirós, cónsul en Sevilla, se congratulaba de la vuelta a la normalidad. “En la cumbre hispano-lusa del pasado día 28 en Trujillo quedó patente que para acelerar nuestra recuperación tras la pandemia son vitales los planes conjuntos entre España y Portugal”.

La agenda sigue adelante: el teatro Lope de Vega acogerá el 30 de noviembre y el 1 de diciembre un festival de fado, en el que actuarán los intérpretes Katia Guerreiro el primer día, y Helder Moutinho y Maria Emilia el segundo.