Monumentos y rincones de Sevilla relacionados con el amor que son perfectos para visitar en San Valentín

Muchos de estos espacios guardan relación con obras dramáticas desarrolladas en la ciudad hispalense

El pueblo de origen ibero que se ha convertido en uno de los más importantes de Sevilla

Monumento a Bécquer
Monumento a Bécquer / Junta de Andalucía

04 de febrero 2025 - 07:00

Sevilla cuenta con numerosos lugares de gran belleza que, en muchos casos, tienen gran trascendencia histórica y cultural. Esto es lo que sucede con muchos de los palacios y monumentos ubicados en el Casco Antiguo de la ciudad, entre los que están la imponente Catedral, la Casa de Pilatos o los Reales Alcázares, o en Triana, donde está la capilla de la Virgen del Carmen, por ejemplo. Todos ellos forman parte de los lugares preferidos para visitar cuando se está en la ciudad. Sin embargo, en la hispalense hay muchos otros espacios que pasan desapercibidos, pero que tiene, tras de sí, una interesante historia. En este caso, una historia de amor.

Aprovechando que el 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín, desde Vivir en Sevilla hemos hecho un repaso por esos sitios que o bien están dedicados a este sentimiento o guardan relación con alguna importante obra romántica que se ambientó en estos lugares de Sevilla. Estos son algunos de los monumentos relacionados con el amor que se pueden encontrar en la ciudad:

Monumento a Bécquer

Si hay un lugar que, por antonomasia, esté dedicado al amor en Sevilla ese es el monumento a Bécquer, una escultura de mármol declarado Bien de Interés Cultural dedicado al poeta sevillano.

Esta idea la concibieron los dramaturgos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, quienes costearon su construcción con una de sus obras. La labra, en la que se puede ver al escritor con tres figuras femeninas, está inspirada en la rima X becqueriana «El amor que pasa». Junto a ellas hay otras dos figuras de bronce que completan dicho monumento. Una yacente denominada "El Amor herido", y la otra un amor joven o Cupido. El grupo de tres figuras femeninas del monumento a Bécquer está realizado en una sola pieza de mármol.

La glorieta de Bécquer, con el ciprés de los pantanos nominado en el fondo
La glorieta de Bécquer, con el ciprés de los pantanos nominado en el fondo / M. G.

«Calle de los besos»

En pleno barrio de Santa Cruz, en Sevilla, se encuentra la conocida como «vía más estrecha de toda la ciudad». Se trata de la calle Reinoso y su punto más estrecho apenas tiene 106 centímetros de ancho, por lo que es difícil incluso estirar los brazos completamente. Son estas dimensiones las que, precisamente, hacen que esta vía sevillana sea también conocida como la «calle de los besos» y es que hay una leyenda que sostiene que, debido a su estrechez y a la consecuente proximidad de los balcones de un lado y otro de la vía, los propietarios de sus inmuebles se podían saludar con dos besos al asomarse a ellos.

Calle de los besos en Sevilla.
Calle de los besos en Sevilla.

Plaza de Doña Elvira y Plaza de Santa Marta

También en el Casco Antiguo de Sevilla, en el barrio de Santa Cruz y junto a la Catedral, se encuentran dos de las plazas con más encanto de la zona. Se trata de las plazas de Doña Elvira y de Santa Marta, ambas escenario de la obra de Don Juan Tenorio.

Respecto a la plaza de Doña Elvira dice la leyenda que era allí donde vivía Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés, la joven de la que se enamoró Don Juan Tenorio. Por otro lado, se sitúa a la plaza de Santa Marta como el lugar en el que don Juan pierde la razón por Santa Inés, aunque esta leyenda está menos extendida. Sea como fuere las dos plazas reúnen una belleza sin igual que, no es de extrañar que pudieran haber formado parte de la obra de José Zorrilla.

La Plaza de Doña Elvira con la Giralda al fondo.
La Plaza de Doña Elvira con la Giralda al fondo. / Antonio Pizarro

Antiguo Rincón del Beso

En la calle Gloria, número 7, un azulejo en la pared señala el lugar en el que se encuentra el Antiguo Rincón del Beso, un espacio ubicado muy cerca de la Plaza de Doña Elvira. Se dice que este lugar era el que separaba las casas de Gonzalo de Ulloa de Don Juan Tenorio y que, para que no fueran vistos, se encontraban en este lugar para besarse a escondidas. El azulejo que hoy marca este punto se puso en el año 2012 y desde entonces son muchas las personas que dejan marcados sus labios en las blancas paredes de esta calle sevillana.

El Antiguo Rincón del Beso, la esquina escondida de Sevilla que aparece en la obra de Don Juan Tenorio
El Antiguo Rincón del Beso, la esquina escondida de Sevilla que aparece en la obra de Don Juan Tenorio

Balcón de Rosina

Siguiendo la estela del ejemplo anterior, también en el barrio de Santa Cruz y junto a los Jardines de Murillo se encuentra el conocido como «Balcón de Rosina», un lugar que inspiraría la ópera El Barbero de Sevilla, de Rossini.

Cuenta la leyenda que Rosina, protagonista de dicha ópera, era una joven huérfana que vivía en dicho edificio y que estaba a cargo de un tutor legal llamado Bartolo, un hombre de avanzada edad que quería casarse con ella. De la chica también estaría enamorado el conde de Almaviva, un joven que le pide consejos a su barbero Fígaro para enamorar a Rosina. Uno de estos consejos sería, nada más y nada menos, que organizar una serenata para la chica bajo su balcón.

Esta teoría quedaría desmontada unos años después al constatar que el edificio se habría construido con posterioridad a la obra, sin embargo se seguiría conociendo como el balcón de Rosina entre los lugareños y lugareñas.

Balcón de Rosina
Balcón de Rosina / Google Street View
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