En la calle se pueden ver algunos de los artistas más talentosos y con genio de la sociedad. La mala suerte, el amateurismo, el no tener padrinos, o sencillamente no estar en el lugar y el momento adecuados hacen que las esquinas y bocacalles sean los escenarios perfectos para enseñar su arte.
En esta ocasión encontramos en la esquina de la calle Tetuán con Rioja, en Sevilla, a un joven ataviado con sombrero y camiseta que demuestra su alta capacidad con unas baquetas y una improvisada, y no por ello menospreciable, batería casera.
Cubetas de mayonesa tamaño hostelería, sartenes, cacerolas y ollas sirven como suerte de bombos, cajas, Toms y platos. Un fondo de música chill-dance sirve como hilo conductor para que le dé rienda suelta a su creatividad con esta batería realizada de materiales reciclados. Una gozada.
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