Fragmentos
Juan Ruesga Navarro
¿Para qué sirven las humanidades?
Hay ingredientes que hacen que un sitio se convierta en un lugar de reunión, el punto donde quedar con los amigos a tomar una cerveza y charlar sin más preocupación ni pretensiones que pasar un rato, echar una partida de futbolín o jugar al billar a los dardos. En la calle Juan Antonio Cavestany número 4 acaba de abrir Picú. Un local donde, además de todo esto, te puedes encontrar con música en directo o con algún evento. Por eso es más que un bar de copas con música. Es un lugar donde reunirse con los amigos en un ambiente familiar, casi hogareño. Hasta el nombre cuenta una historia. Picú, una forma de llamar al tocadiscos con la que, por extensión se comenzó a denominar a las fiestas con música donde se iba a bailar y a ligar, o intentarlo, entre los años 60 y 70 del siglo pasado. En una de ellas se conocieron Charo y Julián, los abuelos de Antonio Partida López, representante de la empresa familiar detrás de este bar de copas que está llamado a ser el nuevo lugar de reunión de jóvenes de edad y espíritu en el zona de la Puerta de Carmona. Como hace años los picús en azoteas y patios de casas de vecinos, ahora este local en Juan Antonio Cavestany pretende crear historias, quién sabe si como la de Julián y Charo. Picú tiene una amplia carta de cócteles y cuenta con cervezas internacionales para quienes se acerquen a echar un rato entre amigos.
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