La excursión hasta el Peñón de Zaframagón es muy sencilla e ideal para hacerla en familia. Se desarrolla en su mayor parte en la Vía Verde de la Sierra, siguiendo siempre un camino muy cómodo. El objetivo es visitar una reserva natural de gran belleza en el corazón de la Sierra Sur sevillana.

La Vía Verde de la Sierra es un camino que comunica en Puerto Serrano con Olvera. Sigue el antiguo trazado del proyecto ferroviario Jerez-Almargen, que a principios del siglo XX no llegó a culminarse. La infraestructura que quedó incompleta y abandonada se adaptó para convertirse en lo que tenemos actualmente: una agradable paseo de 38 kilómetros que avanza por un hermoso paisaje en las primeras estribaciones de la Subbética.

La ruta sigue la Vía Verde de la Sierra durante casi todo el trazado.

Nuestro camino arranca en la Estación de Coripe, una de las antiguas estaciones de tren reconvertida en un establecimiento hostelero. Está a unos 3 kilómetros en coche del municipio coripeño. Cuenta con un aparcamiento donde dejar nuestro vehículo y empezar directamente desde ahí la excursión. Antes, podemos aprovechar para inspeccionar esta zona: si retrocedemos unos metros, podremos admirar un bonito viaducto que ofrece una buena vista del Chaparro de la Vega y de la sierra próxima. Hay otra ruta por estos parajes (sigue este enlace para obtener más detalles). 

Junto a la Estación de Coripe, hay un túnel. Es por donde tenemos que ir. En total, vamos a pasar por cinco de estos antiguos túneles ferroviarios. Tranquilidad: los que vamos a conocer no son excesivamente largos y en algunos de ellos hay un sistema de iluminación automático que activará las luces cuando detecte nuestra presencia.

Atravesaremos varios túneles.

El primero de estos túneles (Túnel de Coripe) tiene 175 metros, le siguen a escasa distancia el de Testarudo (120 metros) y Atajo (169 metros). El paisaje a nuestro alrededor en estos primeros compases es más escarpado. Tendremos ocasión de disfrutar de interesantes formaciones rocosas además de ver a nuestra izquierda el valle del río Guadalporcún, que avanza serpenteante bajo una tupida vegetación a un nivel inferior.

Pasado el tercer túnel, el trayecto comienza a virar a la izquierda en una larga curva. Al inicio del viraje, hay un cruce con el Camino Morón a Grazalema y un merendero a la izquierda. No nos salimos del sendero principal. Un poco más adelante, afrontamos el paso por el Túnel de la Zamarra, que con los 275 metros de longitud, es el más largo de este paseo. 

Sigue el ascenso. En total, es un kilómetro.

Acto seguido, nos desviamos de la vía verde. Justo a la salida del túnel, vemos una vereda secundaria que comienza a subir un cerro a la derecha tras una angarilla. Tomamos esta cuesta. El ascenso a La Alberquilla tiene 100 metros de subida en un kilómetro. Para nada es duro y el sendero de tierra es ancho, cómodo y bien definido. Caminamos entre encinas hasta un claro en la parte superior que nos mostrará ya en la lejanía el Peñón de Zaframagón.

La vegetación es abundante en toda la ruta.

Pasamos junto a una balsa de agua, con una bonita alberca bajo un sauce llorón. Esta fuente se asienta sobre una antigua acequia romana. El descenso nos hace perder los 100 metros de altitud que ganamos previamente. Un viraje progresivo a la izquierda nos devuelve a la vía verde tras pasar otra angarilla. Doblamos ahora a la derecha. Hasta aquí llevamos 6 kilómetros.

Esta es La Alberquilla.

En unos 700 metros, llegamos al Observatorio de Aves. En estas instalaciones, también una antigua estación del trazado ferroviario, nos darán mucha información de la zona. Asimismo, hay una exposición sobre el lugar y algunas veces tienen instalado un telescopio para ver de cerca a las aves. Unos pasos más adelante hay una cantina y, justo después, un viaducto desde el que tendremos una vista inmejorable del Peñón de Zaframagón.

Sigue el descenso.

Esta formación rocosa de 584 metros sobre el nivel del mar, con la imponente garganta del Estrechón en medio, alberga la mayor colonia nidificante de buitres leonados de Andalucía Occidental. También cuenta importantes concentraciones de una vegetación singular autóctona, fruto de unas condiciones orográficas muy peculiares conformadas de la unión de los ríos Guadalporcún y Guadamanil, así como de la erosión que han provocado.

Estación de Zaframagón, donde está el Observatorio de Aves.

Podemos seguir andando si queremos. La vía verde rodea la reserva buscando el poblado del Zaframagón y atravesando el peñón por un largo túnel de 685 metros. La linterna es casi obligatoria si queremos avanzar por él. En nuestro caso, una vez vista la montaña, retornamos sobre nuestros pasos unos 6,5 kilómetros.

En la ida íbamos subiendo sin darnos cuenta, por lo que en la vuelta avanzamos en ligerísimo descenso. El retorno nos permitirá tener una visión mejor del valle del guadalporcún. En esta ocasión, no nos vamos a desviar en La Alberquilla, pasaremos por un túnel de 122 metros que pasa por debajo del cerro que subimos antes.

Vistas desde el viaducto.

La ruta pasa ahora junto al Cortijo de Eulogia mientras domina a cierta altura los meandros del río. Pasamos de nuevo por el túnel de Zamarra junto al merendero y el cruce del Camino Morón a Grazalema. Encadenamos nuevamente los tres túneles iniciales para alcanzar la Estación de Coripe y poner fin a la ruta.

Buitres sobrevolando la montaña.

Coripe ofrece una buena oferta de senderos aprovechando su riqueza natural. De hecho, conforme vayamos caminando por la vía verde, observaremos que hay mojones de colores señalando el trayecto de otros recorridos. La visita al Zaframagón es una buena introducción a esta zona: es un camino fácil y adaptable a nuestras ganas de andar. Iremos describiendo más rutas por estos parajes en un futuro.