Susana Díaz (Sevilla, 1974) acaba de cumplir sus dos primeras semanas como presidenta de la Junta. Se ha instalado en el despacho que antes ocuparon Manuel Chaves y José Antonio Griñán, aunque siguiendo el consejo de este último está intentando aportar algo de luz a una estancia grande y elegante, pero muy oscura. Con sofás y sillas blancas, y alguna pesada estantería enviada a otro lugar, el despacho se ha vuelto más luminoso. "Que entre la luz en la Junta", bromea sin bromear. Es tarde, viernes y pasan de las 14:30. Ha quedado para almorzar, precisamente, con José Antonio Griñán, con quien se suele ver todas las semanas. ¿Café? No, la presidenta sólo bebe un refresco de cola. Aquí no hay café para todos.

-De vueltas al café. ¿No teme que la vía catalana concluya en el objetivo marcado hace un año por Artur Mas? Es decir, el reconocimiento constitucional de la singularidad catalana y una mejora de una financiación que se aproxime al concepto de ordinalidad, por el que las comunidades ricas siempre deberían estar mejor financiadas que las receptoras netas de fondo.

-Esa tentación está, y sigue estando sobre la mesa. Yo creo en España, y creo en una reforma constitucional que blinde materias que ahora están en peligro, como la sanidad y la educación, y que mejore el encaje de algunos territorios que en estos momentos no se sienten cómodos.

-Ese encaje del que habla atañe también a una financiación para compensar a las comunidades ricas, al menos así se pide.

-Bajo ningún concepto esto debe significar que se rompa la igualdad de los ciudadanos de este país. No imagino un panorama, porque lo rechazo, en el que se quiera intentar unas autonomías a dos velocidades distintas.

-¿Pero eso cómo se hace: singularidad política e igualdad económica?

-El modelo federal permite la singularidad de los territorios a la vez que la igualdad de los ciudadanos. Y, para ello, se necesitan dos cosas: un presidente del Gobierno que lidere, que no se esconda debajo del ala, y la generosidad del conjunto de los territorios.

-Pero, entonces, cree que hay que mejorar financiación de Cataluña.

-Entiendo que Cataluña está mal financiada porque Andalucía lo está. Eso provoca malestar en Cataluña, pero también en Andalucía.

-Si se mejora la financiación catalana, otros perderemos, la suma es siempre 100.

-Habrá que revisar el actual modelo de financiación, y ver cuáles están perdiendo por que el sistema no se aplica bien; nosotros, por ejemplo, estamos perdiendo en torno a 1.000 millones de euros al año. Pero a lo que no estoy dispuesta es a que haya acuerdos de trastienda, que no los conozcamos en algunos territorios de España y que acaben perjudicando a Andalucía.

-¿A qué acuerdos se refiere? ¿A la reunión que hubo entre Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat, Artur Mas?

-No quiero que haya acuerdos bilaterales, sino multilaterales. Y, al menos, ha habido una reunión que hemos conocido, la que fue secreta y, luego, salió a la luz.

-Lleva casi dos semanas como presidenta de la Junta, y ya se ha encontrado en la calle con algunas protestas. Como la del miércoles en Sevilla con un grupo de profesores interinos a los que no se le renovó el contrato. ¿Qué les dijo cuándo habló con ellos?

-Entiendo que hay empleados públicos que pensaban volver a trabajar al año siguiente, pero la situación económica no lo ha permitido. Hay un porcentaje alto de docentes que se han quedado fuera. Los entiendo, comprendo sus propuestas y les he emplazado a una reunión con el nuevo consejero de Educación, pero la situación es muy complicada y hay expectativas que no se van a poder ver realizadas.

-¿Cuánto tiempo aguantará usted en la calle este tipo de protestas?

-Mi obligación es siempre. Mi obligación es escuchar a la gente, habrá problemas que no podré resolver, pero siempre habrá un Gobierno que oiga a los andaluces.

-¿Quiénes están más enfadados con la Junta? ¿Estos interinos a los que no se le renovó el contrato, los profesores, o el personal sanitario, que no sólo padece los recortes en sus sueldos sino que denuncian, y esto es lo que parece más grave, el deterioro de la atención sanitaria en la comunidad autónoma?

-No comparto eso último. Vamos a tener que aprobar un presupuesto muy complicado, que blinde la educación y la sanidad, y que destine la inversión a la creación de empleo. Comprendo que haya empleados públicos que, en estos momentos, se sientan disconformes, molestos. Es legítimo. Pero creo que hay una diferencia con el resto de España: aquí se está blindando el Estado de bienestar.

-Pues parece que está empeorando la atención sanitaria.

-No lo comparto. Algunos pretenden trasladar que hay un deterioro público para emprender las mismas recetas privatizadoras que en Madrid. Es un camino peligroso y de difícil retorno.

-Pero también lo afirman los defensores de la pública.

-La sanidad es uno de los servicios de los que más orgullosos se sienten los andaluces, y voy a poner mi empeño en blindarlos.

-La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, ha descrito el contexto del presupuesto de 2014 como de extraordinariamente difícil. ¿Habrá recortes?

-Y lo es. Es muy complicada, y tendremos que salvar aquello que tenga menos impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, pero tendremos que ajustarnos. Esto lo vamos a ver en los presupuestos.

-¿Conllevará más recortes de empleo público?

-Vamos a intentar mantener el mayor porcentaje posible de empleo público, y también vamos a mantener su poder adquisitivo porque son trabajadores que han aguantado demasiado el peso de la crisis. Se le ha pedido un esfuerzo demasiado importante.

-¿No habrá recortes de plantilla?

-No, espero que no. Tenemos un plan económico y financiero vigente, y vamos a trabajar para que no haya medidas adicionales.

-¿Entonces, dónde están las adiposidades?

-Eso es lo que le corresponde encontrar a la consejera de Hacienda.

-Esta semana también ha visitado Almería, donde hay sectores descontentos por que no cuentan con consejeros de su provincia en el Gobierno y otros, más oportunistas, que desean la independencia almeriense.

-Terminé la jornada con satisfacción. Me encontré con miembros del sector agroalimentario, visité al alcalde de Almería, como dije que haría con todos los alcaldes de las grandes ciudades, y estuve en un centro de atención a la discapacidad. Me parece legítimo que algunos consideren necesario que haya un consejero almeriense en el Gobierno, pero yo no miro la partida de nacimiento de los míos a la hora de nombrarlos. Creo que esa sensación de agravio que hay en Almería no se debe a que falte un consejero, sino al atraso con el que determinadas infraestructuras han llegado a su provincia. Fue la última provincia donde llegó la A-92 y aún le faltan conexiones con las autovías. Yo eso lo entiendo, y voy a trabajar para paliarlo.

-¿Usted va a ser la consejera de Almería?

-Voy a ser la presidenta de todos los andaluces y, por tanto, voy a intentar atajar esa sensación de agravio de algunos territorios.

-Permita que vuelva al presupuesto. ¿Cristóbal Montoro les permitirá relajar en algunas décimas ese objetivo de déficit del 1% en el año 2014?

-Esa pregunta se la debería de hacer a Montoro, pero espero la sensibilidad de Hacienda con las autonomías que ya hemos hecho grandes esfuerzos.

-¿Pero el ministro Montoro se lo ha trasladado a la consejera de Hacienda?

-La consejera lleva doce días.

-Me refiero a la anterior, con quien ya hubo alguna comunicación.

-Estamos en un tiempo nuevo, y espero que Montoro ratifique ese compromiso con el diálogo del que habló el día de mi toma de posesión.

-Usted ha elegido a María Jesús Montero, anterior consejera de Salud, para sustituir a Martínez Aguayo al frente de la Hacienda andaluza. Ella y Luciano Alonso son los únicos consejeros que permanecen desde los gobiernos de Manuel Chaves. ¿Por qué en un puesto tan clave? La gestión financiera del SAS no ha sido del todo buena, hay una deuda muy grande.

-No, y si usted compara el SAS con otros servicios de España, se dará cuenta. Ahora bien, estamos en el debate del modelo de financiación autonómica, y el equipo lo forman la consejera de Hacienda y el de Economía, un catedrático experto en este asunto, José Sánchez Maldonado. Ambos van a poder estar en los Consejos de Política Fiscal y Financiera. En el caso del consejero de Economía es un referente nacional en estos estudios. Estas dos personas van a estar allí, y esto nos va a dar la fortaleza para que ese modelo garantice la nivelación de los servicios públicos a la vez que se reconozca a aquellas comunidades autónomas que más riqueza generan.

-¿Habló con Jordi Sevilla para alguno de estos cargo? Él dice que ni lo confirma ni lo desmiente.

-No, en absoluto. No tengo el placer de conocer a Jordi Sevilla, pero lo llamaré.

-¿Por qué ha recuperado como única la Consejería de Medio Ambiente?

-Eran dos decisiones. De un lado, el sector agroalimentario necesitaba un interlocutor único, sabe que los días 17 y 18 se negocia la PAC, hay flecos y es bueno que haya una Consejería de Agricultura. Y, por otro lado, entiendo que el desarrollo económico vaya ligado al sostenible. Y por eso Medio Ambiente tiene una entidad propia.

-¿Cuando diseñó el nuevo Gobierno fue calculando la media de edad? Es de 52,9, el más veterano de los habido hasta ahora.

-Es un Gobierno solvente para una de las legislaturas autonómicas más complicadas de nuestra historia.

-¿Agotará usted la legislatura o también ve nubarrones negros?

-Voy a trabajar para acabarla. Las dos fuerzas tienen en el horizonte la estabilidad.

-El PP cree que no.

-El PP necesita aclararse, nombrar a las personas que van a ser sus interlocutores y ponerse a hablar, porque también necesitamos una oposición fuerte.

-Transparencia. Explíqueme, si la Ley de Dependencia es inviable con los actuales ajustes. Hay 54.000 andaluces declarados dependientes que no reciben ayuda alguna. ¿Por qué no dicen la verdad?

-Siempre hay que decir la verdad, siempre. Igual que hay que decir que en estos momentos estamos dejando de recibir 214 millones de euros del Gobierno central. La nueva consejera al frente de Igualdad, Bienestar Social y Salud es una buena interlocutora, y es capaz de alcanzar soluciones para aquello que no se pueda hacer. Me consta que la consejera está manteniendo un diálogo fluido con el sector, y prueba de ello es que se está hablando sobre la retirada de la reserva de dependientes a las residencias. Era una medida controvertida, el sector ha pedido hablar y se está en ello.

-¿Confía en esta consejera, María José Sánchez Rubio, para ello, para el diálogo?

-En Granada, se lo reconocían hasta los adversarios políticos del Ayuntamiento, que es del PP.

-¿Cuándo se harán públicos el orden del día y los expedientes de los consejos de Gobierno? Eso no cuesta dinero

-Espero que sea de manera inmediata. En el último Consejo de Gobierno le pedí al consejero de Presidencia que pusiera en marcha todas aquellas medidas que anuncié en el discurso de investidura.

-¿Y entregará su IRPF y el de su marido, tal como anunció?

-Pues supuesto que sí. Antes de la próxima sesión de control ante el Parlamento (será el próximo jueves), lo entregaré; y a continuación, lo harán los consejeros y los diputados y diputadas del grupo parlamentario socialista. Y, después, espero que se sumen a ello el resto de grupos parlamentarios.

-Casi contra todo pronóstico, usted se ha encontrado con al apoyo de todo su partido, diría que casi unánime. Supongo que será la secretaria general del PSOE andaluz en breve.

-Eso lo decidirán los compañeros y compañeras del partido socialista; habitualmente, ha sido así, pero los tiempos los marcará el partido.

-¿Será el congreso en diciembre o enero?

-No sé, no seré yo quién lo decida.

-Pero, vamos, usted será la secretaria general, ¿no?

-Si tengo la confianza de mis compañeros.

-El presidente Griñán se fue, entre otras razones, para que la sombra de los ERE no salpicase al Gobierno andaluz, pero el mismo día en que éste prometía, se conocía un auto confuso en el que se hablaba de una más confusa imputación de dos ex presidentes. ¿Qué sintió?

-Me pareció algo injusto para dos personas que me han precedido en el cargo, pero yo debo mirar al frente y atender a las demandas de los andaluces que lo pasan mal. Y repito: son personas que se han visto en un auto injusto.

-Dígame, ¿usted cree que el PSOE ha admitido sus responsabilidades políticas en el caso de los ERE fraudulentos?

-Desde el primer día, no sé si es lo que los ciudadanos esperaban, pero lo dije en su momento, que pedía perdón y que me avergonzaba. Pero el Gobierno a gobernar y la Justicia, a trabajar.

-Con Carme Chacón en Miami, ¿animará a Alfredo Pérez Rubalcaba a que se presente a secretario general del PSOE?

-Es una cuestión que compete a él.

-¿Y usted? Si usted va a dar ese paso.

- Ni me planteo eso. Mi lugar y mi responsabilidad están en Andalucía.