Un inmigrante falleció tras ser arrojado al mar por el piloto de una moto acuática con la que trató de introducirlo ilegalmente en España. Esta persona venía con otra más, que igualmente fue tirada al agua, pero tuvo más suerte y pudo ser rescatada por la Guardia Civil.

Dos agentes del puesto principal de Tarifa fueron los que rescataron al superviviente. Los hechos tuvieron lugar cuando los guardias, que estaban realizando patrulla seguridad ciudadana y a requerimiento del COS (Centro de Operaciones de Servicios de la Comandancia de Algeciras), se trasladaron a la zona de Punta Rodeo, en el término municipal de Algeciras. El SIVE había detectado una moto de agua que se estaba aproximando a la línea de costa. Cuando los guardias civiles llegaron al lugar observaron cómo el piloto de la moto arrojaba a unos 150 metros de la costa a dos personas, virando hacia mar abierto, rumbo a Marruecos. Uno de los guardias civiles se lanzó al mar mientras su compañero pidió refuerzos.

El agente, tras nadar unos cien metros, alcanzó al único inmigrante que consiguió ver. Lo sujetó y realizó la maniobra de aproximación a la orilla, que resultó muy complicada debido al estado del mar y a las corrientes. Al llegar con él a la orilla el otro guardia civil acudió al encuentro para auxiliar. Sacó al inmigrante a tierra, proporcionándole ropa de abrigo del uniforme y abrazándolo para mitigar los efectos de la hipotermia. Mientras, el otro guardia civil regresó al mar y se dirigió a rescatar a la otra persona, pero no logró localizarla.

La patrullera del servicio marítimo, que se incorporó inmediatamente a las tareas de búsqueda, tras varias horas rastreando el lugar tampoco localizó a la persona desaparecida. Fue horas después, aún en la zona de Punta Rodeo, cuando apareció el cadáver.