La ilusión y la voluntad de ofrecerse para ejercer su profesión son tremendas. A Maduro, después de recibir hace justo dos semanas la gran noticia de que está apto para el fútbol, hay que refrenarlo como a un caballo piafante. Y en ello anda el máximo responsable de la parcela física del Sevilla. José Francisco Vallejo, preparador físico del equipo de Míchel, ha recibido el testigo de José Naranjo, jefe médico del club, para que comience a realizar la pretemporada que se quedó en apenas diez días por el descubrimiento de una anomalía congénita. Y Vallejo tiene que calmarlo. "Está supercontento, con mucha ilusión por ponerse a trabajar; de hecho, si lo ponemos a jugar mañana diría que sí". Maduro, por ilusión y ganas, jugaría en Granada, pero ahora tiene que coger el nivel físico adecuado para la Liga.

Ayer se pudo ver al futbolista en el césped de la ciudad deportiva dándole patadas a un balón, algo que creía que no iba a poder volver a hacer de forma profesional. Ha estado unos días, desde su vuelta de Houston, con los recuperadores físicos para comprobar que no tenía ningún problema y ayer por la mañana ya comenzó de manera individual un trabajo específico de pretemporada. Carrera continua, un poco de balón, distintos ejercicios que irán incrementándose... "Hará parte con el grupo y parte solo -explica José Vallejo-. En función de la evolución irá metiéndose más o menos con el resto de los compañeros. Es una pretemporada un poquito especial para él. Tiene que tener una base física, un trabajo individual. Pero en cuanto podamos lo iremos integrando con el resto de los compañeros".

Maduro, antes de recibir la mala noticia de su problema congénito, apenas estuvo en la primera concentración en Rota, jugó el primer amistoso y se ejercitó un par de días ya en Sevilla, hasta que recibió la baja médica. Ahora no puede saltarse ciertos plazos: "La base física será progresiva, sobre dos pilares, trabajo de resistencia y trabajo de fuerza. La primera semana hará dos o tres sesiones de resistencia y un par de ellas de fuerza, y luego, según vaya asimilando el trabajo, le iremos metiendo más carga", explica Vallejo sobre la doble función aeróbica y anaeróbica.

La integración con el resto de la plantilla también será progresiva. "El trabajo táctico tiene que ir asimilándolo con todo el grupo. Y lo que sea trabajo técnico-físico tiene que ir poco a poco, es decir, los rondos con las figuras técnicas y las posesiones los empezará a menor ritmo para ir aumentando".

La respuesta del futbolista a los progresivos incrementos de trabajo irán dictando los plazos de su pretemporada. No hay un valor absoluto, aunque en dos semanas podría estar ya disponible para Míchel. "En esta semana veremos cómo va. Mínimo un par de semanitas tiene que estar con este plan específico. Todo depende de cómo asimile el trabajo". Además, será sometido a ciertos controles. "Vamos a hacerle pruebas de esfuerzo otra vez para ver qué tal está. Tenemos que ver de qué niveles partimos para ir administrándole el trabajo físico. Esta primera semana es de adaptación al trabajo con el balón y a ver cómo lo va acogiendo".

Lo que es indudable es que Maduro está como un niño con zapatos nuevos. Tras el susto, la noticia de que puede jugar al fútbol le insufló mucha energía vital. ¿Puede ser contraproducente la prisa del futbolista? "Yo creo que no. Esa mala noticia tuvo que ser un palo increíble. Y cuando te dan la noticia contraria, que no pasa nada, el nivel de motivación es de diez, el ánimo de diez, y creo que hasta le puede venir bien para afrontar el nuevo reto. El seguimiento es mayor y estás atento por si surgiera cualquier cosita rara. Pero tenemos total tranquilidad". Plazo no hay para su regreso al fútbol, pero quizá para el 16 de septiembre, Real Madrid...