Casi como en casa

EL DERBI SEVILLANO

Los antecedentes históricos y los inmediatos precedentes dan un rol de favorito al Sevilla que quiere evitar.

Casi como en casa
Casi como en casa
Eduardo Florido

17 de diciembre 2015 - 05:02

Que el derbi es un partido distinto es una obviedad que no hace falta recordar. De otra forma no se explica el optimismo que anida en el sevillismo en general, y en el que pernoctó por una entrada a la intemperie en pleno diciembre en particular. El Sevilla no ha sido capaz de ganar ni un partido a domicilio. En sus diez salidas, entre Liga y Champions, apenas ha cosechado cuatro empates. El resto de viajes dejó en la expedición blanquirroja, hasta media docena de veces, esa amarga sensación del perdedor. Caras largas y silencios cortantes han acompañado al Sevilla por los aeropuertos de España y Europa hasta ahora, salvo esa lógica excepción de la visita al nuevo Logroñés. Esos precedentes negativos sembrarían el virus del temor ante cualquier otro partido a domicilio este sábado. Pero es el derbi, todo cambia.

Hasta cierto punto, ese optimismo del que huyen los profesionales se fundamenta en el esbozo de una trayectoria ascendente del Sevilla, dibujada sobre el subidón del reenganche europeo gracias a la victoria sobre la Juventus y a esa distancia pírrica de tres puntos que le lleva en la Liga al eterno rival, mucho menor de lo que marcan los presupuestos y las expectativas que se trazaron en verano. Pero, sobre todo, el ánimo de favoritismo que quiere evitar el equipo y el cuerpo técnico, en particular Emery, y que levanta las pajarillas del aficionado de a pie se fundamenta en la trayectoria histórica y en los antecedentes inmediatos. Los más cercanos, sendos 0-2, fueron la vuelta del denominado euroderbi y el partido de Liga posterior que se jugó el Domingo de Ramos por la mañana. Aquel doblete del equipo de Emery marcó la hegemonía blanquirroja en una temporada en la que el Sevilla, lanzado tras aquel derbi de prórroga y penaltis, ganó la Liga Europa mientras el Betis recitaba la crónica anunciada de su descenso a Segunda División.

Para bien o para mal, el caos de las colas ilustra sobre el estado anímico del sevillismo, fiado a unas estadísticas históricas poco desfavorables para su equipo en el Benito Villamarín. Y no sólo en Liga, pues la anterior eliminatoria entre los dos eternos rivales también cayó del lado sevillista. En este caso, la Copa del Rey que acabaría ganando el equipo de Juande Ramos en la temporada mágica 06-07, que tuvo en el derbi copero un ominoso capítulo con botellazo al entrenador sevillista en Heliópolis y suspensión del partido incluidos.

En total, el Sevilla ha disputado 60 partidos oficiales en casa del Betis, con un cómputo global de 22 derrotas, 18 empates y 20 victorias. De este total de citas oficiales, 44 han sido en Primera División, con 17 triunfos verdiblancos, 14 empates y 13 victorias blanquirrojas. En Segunda División se han disputado siete derbis en el campo bético, con el resultado de dos victorias locales, dos empates y tres victorias visitantes. Y a éstos hay que sumar el susodicho euroderbi.

Esas estadísticas hacen que el sevillista casi no sienta el partido en Heliópolis como un encuentro a domicilio, por mucho que el factor ambiental puede pesar mucho; de hecho, el lleno está casi garantizado. Pero ese desmesurado optimismo contrasta con el de los dirigentes. El Sevilla juega casi en casa, pero... José Castro huyó claramente de la palabra favorito tras el partido ante el Logroñés y Unai Emery habló de responsalbilidad, amén de ilusión. "Son tres puntos muy importantes. El derbi genera mucho, por eso tenemos una responsabilidad grande", argumentó el vasco tras el trámite copero. Heliópolis está sólo a tres kilómetros de Nervión, pero el Sevilla aún no ha ganado fuera de su coliseo. Y el sevillismo cree que es la ocasión idónea. "Esperamos que nuestro equipo sea capaz de ganar en el Benito Villamarín. Sería el primer partido ganado fuera de casa", dijo Castro con cierto morbo...

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