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Tridente quiere decir tres

  • Sampaoli resta una pieza más al ya de por sí insuficiente sistema defensivo.

Se podrá discutir si es o no lo adecuado según el criterio de cada uno, pero tan loable es ese arrojo que Sampaoli, por ejemplo, demostró ante un rival como el Barcelona como censurable que, una vez habiendo conseguido la primera parte del plan no supiera responder a la demanda de un partido que conforme avanzaba iba dando señales de hacia dónde se iba a encaminar y, de hecho, se instaló. El Sevilla fue ese equipo agresivo y ambicioso que quiere su entrenador cuando hizo presión alta a la salida de balón de Ter Stegen y Umtiti, actores de la combinación de pases que más se dio en el Barça durante la primera media hora (9 veces). Pero ya en el último tramo antes del descanso, las facilidades que Sampaoli dio al dúo Neymar-Messi iba compensando este dato.

 

Defensa

Si ante el Atlético era Griezmann quien recibía detrás de N'Zonzi como quería y entonces el Sevilla se disponía con tres centrales, quitar uno ante un equipo en el que se alinean Messi, Neymar y Luis Suárez toma tintes temerarios. Es decir, querer compensar el mejor tridente (tridente quiere decir tres) de la Liga más Digne, Denis... con menos piezas es suicidarse. Eso no llegó a corregirlo Sampaoli ni siquiera con la salida de Iborra, que extrañamente, aunque salió tarde, lo hizo para colocarse más por delante de N'Zonzi que por detrás. El francés, vaciado de tanto ir arriba como bajar, estuvo más impreciso que otras veces y llegó a los dos goles del Barcelona andando.

La tercera mala decisión de Sampaoli fue alinear, encima que había un central menos para salir a tapar entre líneas, al que quizá tiene menos ritmo, Carriço por su decisión de arrinconar a Kolodziejczak, un jugador bastante más dinámico para hacer frente a las arrancadas de Messi. Al finalizar el partido, la combinación de pases que más repitió el Barça era Neymar-Messi (17), no hay que ser muy listo para entender que no en los mismos terrenos que la ya mencionada Ter Stegen-Umtiti.

Ataque

Había interés en saber quién ganaría la batalla de la posesión entre dos equipos habituados a querer el balón, en este caso más el Sevilla últimamente. Pero, con dos equipos descaradamente diseñados sin centro del campo, las transiciones se adueñaron del juego y los tres goles fueron contraataques. Y es que las cosas no suceden por casualidad en el fútbol. Los de Sampaoli, gracias a esa presión alta, dominaban los porcentajes al inicio (53%-47%) merced al triángulo más fértil, Rami-N'Zonzi-Nasri, para acabar el partido perdiendo también esa batalla (46-54). Aparte, la gestión de los espacios fue mucho más efectiva por parte del Barcelona, ya que el Sevilla en las fases que encontró más, no llegó a acertar en toma de decisiones.

Virtudes

Valentía y una buena presión alta para aislar a Messi y compañía.

 

Talón de Aquiles

Mala gestión y desequilibrio numérico grave en el sistema defensivo, acusado cuando la presión ya era imposible sin fuerzas.

Uno por uno

Sergio Rico Salvó al Sevilla de una derrota bastante, pero bastante más severa...

Mariano Trató de ser intenso en defensa, pero el Barça volcó mucho juego en el ala de Digne, sobre todo tras el descanso.

Rami El mejor en defensa.

Carriço Estaba cantado que no era partido para su ritmo de juego y encima regaló el 1-2.

Escudero Su proyección no fue fértil esta vez, pero lo intentó. 

N'Zonzi En vez de arroparlo, Sampaoli lo desnuda cada vez más. Ayer el resultado fue que, estando bien, fue más impreciso y llegó a los dos goles andando.

Nasri Tiró del equipo, pero se quedó muy pronto sin fuerzas.

Sarabia Lo hizo casi todo bien, salvo ese taconazo cuando lo tenía todo para marcar.

Franco Vázquez Ayudó mucho en la presión, cuando el Sevilla retrocedió lo notó.

Vitolo Más arrancadas con los espacios en la primera mitad con uno de sus rivales preferidos.

Vietto Alternó buenas acciones con malas toma de decisiones.

Ganso Dio salida a veces.

Iborra Desubicado, muy arriba.

Correa Sin tiempo ni acierto.

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