Jesús Navas tendrá que pasar como mínimo diez días de inactividad antes de volver a los entrenamientos, si bien el regreso del palaciego al trabajo dependerá de la evolución que tenga su tobillo izquierdo, que fue revisado entre ayer y el martes por el especialista Mikel Sánchez en la clínica USP La Esperanza de Vitoria.

El diagnóstico que ofreció el doctor al que el Sevilla acudió otras veces para tratar los casos de Fazio, Acosta o Chevantón descarta por el momento la operación quirúrgica, aunque advierte que Navas tiene un pequeño hueso suelto en la articulación, que es el que le está produciendo dolor. El parte médico ofrecido por el club es la versión de Juan Ribas, que acompañó a Navas a Vitoria, de lo que se supone que ha interpretado el doctor Sánchez, "una interferencia de la biomecánica normal del tobillo izquierdo producida por un fragmento de hueso de aspecto sesamoideo, originada por un esquince provocado por la rotura de la bota de juego en un partido".

Hacen especial hincapié los servicios médicos del club en recordar que el diagnóstico coincide con el que ofreción el doctor Madrigal y los servicios médicos del Sevilla, pero también deja en el aire que el internacional pueda volver a los entrenamientos -que no a jugar partidos de competoción- en esos diez días señalados. Un inquietante "según evolución" se desliza en el parte y hay que recordar que este tipo de previsiones no se han cumplido casi nunca con los plazos de Fazio o Acosta, sobre todo el primero.

De cualquier forma, el primer diagnóstico es positivo, aunque el jugador hace ya un mes que se lesionó, concretamente el 16 de septiembre ante el PSG. Aunque jugó después en Dortmund no ha podido aparecer más en las alineaciones y la preocupación ha sido una de las notas predominantes en el talante de Jesús Navas, nada acostumbrado a tratar con lesiones de este tipo. El tiempo se encargará ahora de decir si este diagnóstico es o no acertado.