La filosofía de Pochettino

El técnico argentino ha construido un Espanyol sólido y veloz que sorprende con números que apuntan a Europa · La lesión de Osvaldo debe mermar su eficacia

Mauricio Pochettino da instrucciones a sus jugadores durante un partido de Liga.
Mauricio Pochettino da instrucciones a sus jugadores durante un partido de Liga.
Daniel Lagos / Sevilla

15 de enero 2011 - 05:02

Muchos dudaban de este Espanyol al inicio del curso liguero. Ahora, a punto de pasar el ecuador del campeonato, su presencia en la zona alta de la clasificación no es ninguna sorpresa por lo demostrado en el terreno de juego. Pochettino volvió a comandar un nuevo proyecto uniendo la calidad y experiencia de algunos con la versatilidad y atrevimiento de otros. El resultado está ahí: el Espanyol juega a un ritmo elevado y posee piezas de alta fiabilidad en casi todas las demarcaciones.

No podía empezar la temporada con las miras en Europa, pero los puntos logrados y la imagen de estos meses deja entrever que el Espanyol estará en una lucha a la que no parecía estar invitado. El técnico argentino ha construido un bloque fuerte y con carácter que convierte su campo en un fortín y acude a domicilio con la libertad de desarrollar un fútbol valiente y veloz.

SIN BALÓN

Principios muy claros en la filosofía de Pochettino. Su defensa en tan importante como el ataque, sobre todo cuando parte de ella para iniciar cada movimiento de contragolpe, una de sus principales bazas por la velocidad de sus atacantes. Jordi Amat y Víctor Ruiz son los nombres propios de la zaga. Ambos están demostrando un alto nivel y resultan un incordio para cualquier delantero. En la derecha, Chica parece tener un rol asignado, mientras que David García y Didac suelen alternarse en la zona izquierda. Una de las piezas polivalentes del Espanyol es Forlín, que puede jugar como central o bien formar en el medio centro como pivote defensivo en duelos de máxima exigencia táctica. Con él, Pochettino suele sostener más sus líneas y dar más libertad a los atacantes, aunque si es Baena el que juega en el pivote también tiene garantías para frenar al rival y rendir en las recuperaciones de balón.

CON BALÓN

Las premisas del Espanyol son claras. Velocidad y rapidez en las salidas para hacer daño al rival. Para ello posee puñales en todas las zonas ofensivas, aunque el juego suele ser dirigido desde el centro del campo por Javi Márquez, que ha encontrado su mejor momento dirigiendo a sus compañeros y llegando al área rival con opciones de disparo. Hasta en él tiene carácter goleador este equipo, que a partir de ahí suele jugar con tres jugadores por detrás de un único delantero.

La lesión de Osvaldo abre las puertas al canterano Álvaro, que en sus contados minutos demuestra estar capacitado por técnica y velocidad para tomar las riendas de delantero. Podría también confiar Pochettino en Sergio García, pero el ex bético suele aparecer más en la segunda línea de ataque para aprovechar su facilidad para desequilibrar e inventar. Pero hay tres jugadores que no parecen dispuestos a perder su sitio en un once muy repetido: Luis García aporta carácter y acierto goleador acompañando a Verdú, más presente en el centro del campo para buscar el último pase, y Callejón, el jugador que aporta el espíritu revolucionario al ataque con su positiva costumbre de encarar a los defensores.

LO MEJOR

La calidad en la ejecución de los contragolpes suele su virtud más decisiva esta temporada.

LO PEOR

La falta de experiencia de algunas de sus piezas jóvenes puede pasarle factura en la Liga.

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