La Rociera se llevó el derbi ante el Dos Hermanas en un choque vibrante que tuvo un gran ambiente en las gradas. El conjunto rojiazules se adelantó por dos veces en el marcador, pero acusó la expulsión de Vázquez, en la segunda mitad, y acabó perdiendo ante un líder que volvió a demostrar su enorme pegada.

El partido comenzó con un elevado ritmo de juego por parte del equipo del Miguel Román, que llevó la manija del juego en los primeros compases. Así, en el minuto 10, Dani Muñiz no desaprovechó una pena máxima y puso en ventaja a los suyos. El tanto espoleó a los rocieros, que se fueron al ataque, de forma desesperada, en busca del tanto del empate. De este modo, en el 24, Dani rozó el gol tras enganchar un potente zapatazo que se fue fuera por poco. Dos minutos después, un lanzamiento de David Antón lo detuvo Rico en una gran intervención. No obstante, la ocasión más clara para haber logrado la igualada antes del descanso la tuvo Acosta, pero su chut, en el mano a mano ante el meta Rico, se marchó por encima del travesaño.

Nada más comenzar la segunda parte, Dani Baraldés realizó el 2-0 tras ganarle la espalda a la defensa visitante y batir a Rivas con un tiro cruzado. El encuentro se le puso muy de cara al Dos Hermanas, pero todo cambió, en el minuto 60, con la expulsión de Vázquez y el tanto, de penalti, de Gordi. El gol le dio alas a la Rociera, que adelantó las líneas en busca del tanto del empate, que llegó, ocho minutos después, por medio de Chiqui Carmona, ex futbolista del Dos Hermanas la temporada pasada.

La remontada llegó en el 76 por medio de Fran Ruiz, que aprovechó un centro medido de Diego Miraust para batir a Rico con un seco disparo. Al final, merecido triunfo de una Rociera que continúa en lo más alto de la tabla a costa del Dos Hermanas, hundido en la zona de descenso.