El abogado surafricano Brian Currin ha dicho en San Sebastián que "no hay que pedir la disolución de ETA", ya que su total desaparición entrañaría "un riesgo" porque sus reclusos no contarían entonces con "ninguna organización" que les ayude a reintegrarse en la sociedad cuando salgan de la cárcel. Currin ha hecho estas declaraciones a los periodistas antes de asistir al estreno del documental Gazta zati bat, dirigido por el bertsolari Jon Maia, que se proyecta en el Festival de Cine y Derechos Humanos de la capital donostiarra. El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ambos de Bildu, también han asistido a la proyección, que ha contado además con la presencia del portavoz del PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Markel Olano, del coordinador provincial de Aralar, Ernesto Merino, y del histórico miembro de la izquierda abertzale Carmelo Landa.

El coordinador de Lokarri, Paul Ríos, acompañaba a Currin a su llegada al teatro donostiarra, donde el abogado surafricano y mediador internacional ha insistido en que "la disolución de ETA es algo que no se tiene que pedir porque ya no viene a cuento" y existe además un "riesgo inherente" en su desaparición. "En Irlanda del Norte, todas las organizaciones paramilitares, al final de la violencia, jugaron un papel muy importante. No desaparecieron sino que cambiaron su rol y ayudaron mucho cuando los presos salieron de la cárcel en su integración en la sociedad", ha remarcado.

Ha asegurado que ETA "ya no existe como organización armada" y que, por tanto, "su disolución no es un problema", ni un asunto determinante. Ha comentado que el propio el Ministerio del Interior considera que la capacidad operativa de la banda terrorista está muy diezmada y que ya no conserva grandes arsenales ni depósitos de armas con los que poder recuperar su actividad armada con garantías. Currin ha opinado que otro de los asuntos "críticos" que hay que abordar próximamente es la situación en la que se encuentran los presos de ETA.

En su opinión, ya que ETA "no existe", "no tiene armas y no va a usar más la violencia no hay tanto riesgo inherente en liberar a algunos presos" dado que "irán a un entorno no violento, a un entorno democrático" "Hay un acuerdo general entre todos los partidos sobre que algo" debe ocurrir respecto a la situación penitenciaria de los reclusos de ETA, aunque aún queda por concretar "qué y cuándo". El hecho de que "la amnistía" sea un asunto "complicado" dado que el derecho internacional dice que las "víctimas de crímenes y violaciones graves de derechos humanos tienen derecho a la Justicia" no quiere decir que "no se pueda hacer nada con los presos" que pueden tratarse, a su juicio, de "forma administrativa". Ha puesto, de nuevo, el ejemplo de Irlanda del Norte, donde algunos presos, que se habían comprometido con los medios pacíficos, fueron liberados antes de tiempo, bajo ciertas condiciones.

Brian Currin cree que, tras la declaración de ETA de hace seis meses, le toca al Gobierno "mover ficha" y que "todo el mundo está de acuerdo en que el primer paso debería ser el acercamiento de los presos" de ETA a cárceles vascas. "No sé a qué está esperando" para ello, se ha preguntado Currin, quien ha lamentado también que los partidos vascos dialoguen ahora menos que antes del anuncio de ETA del cese definitivo de su actividad armada. Ha dicho que esto "no tiene ningún sentido", que "no lo entiende" y que las formaciones políticas vascas tienen que "asumir el rol de líderes" y empezar a conversar entre ellas.