Cultura

Jean Valjean hace parada en Sevilla

  • La ambiciosa producción de 'Los Miserables' llega a la ciudad tras 28 años triunfando por el mundo.

Los aficionados al musical en la ciudad tenían desde hace tiempo la fecha de hoy señalada en sus calendarios: tras 28 años de trayectoria triunfal por el mundo, Los Miserables llega a Sevilla, al Nuevo Auditorio Fibes, donde la espectacular adaptación de la novela de Victor Hugo se representará hasta el día 17.

Sevilla es la segunda ciudad, tras Santander, en la que recala el espectáculo en la primera gira que la obra realiza por la geografía española, después de que en 2010 y 2011 se viera en Madrid y Barcelona. Un material ya de por sí tan potente como la historia que narraba el libro, que exploraba sentimientos universales como el amor y la necesidad de redención y que contenía personajes memorables, contado a través de un repertorio de canciones que han pasado a la historia, se presenta ahora con fuerzas renovadas: la repercusión de la película de Tom Hooper que se inspiraba en este montaje ha atraído a nuevos públicos a una propuesta que ya había sido vista, nada menos, por 65 millones de espectadores en el mundo.

En Fibes, una decena de trailers ha traído en estos días las 90 toneladas del material necesario para montar la producción más compleja hasta la fecha de Stage Entertainment, protagonista del resurgir del género musical en España gracias a los éxitos de El Rey León, Mamma Mia! o La Bella y la Bestia. Un equipo de profesionales arrastra desde principios de semana agotadoras sesiones de trabajo para que Los Miserables levante hoy el telón. La distancia de kilómetros entre Santander y Sevilla provocó que el lunes apenas pudiera aprovecharse, pero desde entonces "hay gente trabajando las 24 horas para que todo esté a punto en el estreno", explica Francisco Grande, jefe técnico de Los Miserables. "En esta semana hay quien ha dormido dos horas", añade Moisés Robles, responsable de la dirección técnica en Stage Entertainment, "pero una vez que pase el estreno, volveremos a la normalidad y tendremos la posibilidad de descansar".

Los 33 trabajadores de la compañía y el personal externo que colabora en el montaje -en total, señala Grande, son unos 60 hombres- han encontrado al menos circunstancias favorables en el Nuevo Auditorio Fibes. "Es uno de los mejores teatros en los que hemos estado", analizan los expertos. "Tiene un muelle de carga junto al escenario, y eso es un lujo", apunta Robles. Para Grandes, la amplitud con que se ha concebido el auditorio ayuda a que mientras alguno de los 30 actores del reparto se cambia de vestuario tras el escenario los técnicos puedan manejar los elementos de la escenografía.

Los Miserables se muestra al público con energías renovadas: en el reparto convive la veteranía de intérpretes que formaban parte de la producción de Madrid y Barcelona con rostros nuevos que se han incorporado con la ilusión de las primeras oportunidades. "Cuando se decidió que Los Miserables iba a volver, sabíamos que no iba a ser tan fácil como poner a los mismos actores de antes en sus papeles", afirmó Christopher Key, director asociado del espectáculo, cuando se desveló la composición del elenco, el pasado junio."Hay gente que envejece o que deja de estar en forma. Y luego, Valjean, Gerónimo Rauch, había sido fichado para la producción del West End londinense y había que reemplazarlo, algo que no es sencillo", contaba Key, al que semanas más tarde se vio en los ensayos dando directrices reveladoras de la entrega con que se pone en pie Los Miserables: "Hacedlo como si nuestra vida dependiera de ello", dijo en algún momento de los ensayos a los intérpretes.

Los productores del espectáculo buscaron no sólo en España, también en Hispanoamérica o en la comunidad latina de Nueva York, al actor que encarnara al héroe, Jean Valjean. Necesitaban a alguien que no sólo exhibiera cualidades vocales, sino que transmitiera la emoción de un fugitivo que lucha por conservar su humanidad y encuentra en la adopción de Cosette su redención. Tras unas durísimas pruebas se hizo con el papel el argentino Nicolás Martinelli, que percibe a su personaje como "un hombre bueno al que las circunstancias llevan a amurallarse, lo que va sucediendo lo cambia y se cree alguien malo. Es un personaje que busca la esencia", opinaba Martinelli cuando empezaba a preparar el trabajo.

Ignasi Vidal vuelve a ahondar en las contradicciones de Javert, el antagonista de Valjean. Con la reelección, Vidal ha descubierto "que Javert y Los Miserables me gustaban mucho más de lo que pensaba. Era consciente de la importancia que tenía el espectáculo, y le puse mucha pasión la primera vez, pero sin embargo ahora me he dado cuenta de lo que significa un proyecto como éste", admitía Vidal en la presentación del montaje en Santander.

Salvando quizás la diferencia del idioma, el espectáculo que se programa en Sevilla será idéntico al que se represente en cualquier otra ciudad del mundo en aspectos como la escenografía o el vestuario. Desde la oficina del productor Cameron Mackintosh se supervisan todos los detalles para que se mantenga ese espíritu que ha hecho tan grande esta versión de Los Miserables. En Cornejo, la empresa encargada del vestuario, se han llevado unas semanas en comunicación permanente con Londres para que los diseños fueran exactos a los de los otros montajes.

A pesar de ese control desde Londres, Los Miserables demostrará el grado de excelencia que ha conquistado el musical en España. También en los apartados técnicos: como desveló Julia Gómez Cora, directora general de Stage Entertainment, "con esta producción será la primera vez que las luces y el sonido sean españoles. Eso habla del nivel que ha alcanzado el musical aquí".

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