"Esperemos que este año la feria sea un paréntesis en la crisis económica", señala Carlos Urroz, director de ARCOmadrid, que abre hoy sus puertas a los profesionales y a partir de mañana lo hará al público. La feria cuenta con la participación de 197 galerías de 21 países en el año en que celebra su trigésimo aniversario. Rusia es el país invitado, con ocho galerías donde mostrará la gran diversidad de su arte contemporáneo.

Los Príncipes de Asturias inaugurarán oficialmente mañana la feria, que cerrará sus puertas el domingo. Urroz, quien se estrena en esta edición como director, apuesta por crear una feria internacional de arte contemporáneo "duradera" y comercial con una apuesta clara por los "nuevos coleccionistas".

Por ello, en esta edición se ha puesto en marcha First Collector, un servicio de asesoría de inversión en arte a personas aficionadas o que no tienen costumbre de adquirir piezas artísticas. Con esta iniciativa, los responsables de ARCOmadrid pretenden estimular a nuevos compradores y fomentar el coleccionismo.

"Ha habido tal nivel de contención de gasto que la gente ahora está intentando comprar cosas que antes no había comprado; por eso creo que ARCO puede ser un paréntesis en esta época tan austera que hemos tenido todos y que la gente que tiene dinero, y que lo sigue teniendo, se permita un capricho", explica Urroz.

Entre las piezas más caras de arte español que llegan a esta edición de ARCO, Urroz destaca la obra Madrid desde Torres Blancas de Antonio López, que exhibirá la galería Marlborough. Este cuadro, que refleja una impresionante vista urbana de Madrid, fue subastada por 1,74 millones de euros en 2008.

"No sacaremos conejos de la manga, pero habrá pequeñas transformaciones", subraya el director de ARCO, quien advierte que la feria ha sufrido una transformación en pequeños aspectos que servirán para el futuro. Y destaca que, por primera vez, vendrán importantes galerías como Eigen + Art (Alemania) Luis Campaña (Alemania) o Andersen's (Dinamarca), sin olvidar el regreso de Helga de Alvear.

Otra de las novedades será la posibilidad de obtener una aplicación gratuita para smartphones y tabletas (iPhone, Blackberry, iPad, etc.), que podrá descargarse en los próximos días. Esta aplicación, junto con el catálogo on-line, permitirá planificar la visita y conocer las obras expuestas en cada galería participante o adquirir entradas en la Red.

Según explica Urroz, la idea principal de esta edición es "buscar la calidad antes que la cantidad", en relación a la reducción del número de galerías (aproximadamente una veintena). Esta disminución se aprecia principalmente en programas como ARCO 40 o en la representación del país invitado, que en esta ocasión solo cuenta con ocho galerías.

En cuanto al programa expositivo, la nueva configuración de ARCO mantiene el programa general, donde se ubicará la selección realizada por el comité organizador, integrada por 117 galerías con obra que abarca las vanguardias históricas, clásicos contemporáneos y arte actual. A ellas se suman otras 39 galerías que presentarán sus propuestas en ARCO 40, sección en la que se presenta obra reciente de un máximo de tres artistas, así como las ocho galerías rusas que conforman el programa Focus Rusia, seleccionadas por Daria Pyrkina, comisaria de la National Centre for Conteporary Arts y profesora de la Moscow State Lomonosov University.

Además, ARCOmadrid prepara una edición especial para celebrar el trigésimo aniversario de la feria con diferentes actividades. Una de ellas será una exposición fotográfica que, como retrospectiva del certamen, ofrecerá la oportunidad de viajar por las tres décadas de este acontecimiento con imágenes de los protagonistas e importantes obras de arte que han pasado por cada una de las ediciones. Junto a estas imágenes se expondrá una selección de obras que distintas instituciones han adquirido en ARCO a lo largo de su historia. Se trata de piezas cedidas por instituciones como el Centro Galego de Arte Contemporánea, el DA2 Domus Artium Salamanca, el Centro 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid, la Colección Bergé o la Fundación Coca-Cola, que vuelven por unos días a la feria en la que fueron adquiridas.