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editorial

Triunfo cultural de la iniciativa privada

LA Orquesta Barroca de Sevilla es, desde su gestación hace 16 años, un ejemplo de iniciativa cultural que emana de los profesionales, tiene como meta la excelencia y se proyecta hacia la sociedad formando a más intérpretes, vivificando el patrimonio histórico y creando afición. La merecida concesión del Premio Nacional de Música induce aún más a señalar la hoja de ruta de la Barroca como norte para enderezar el rumbo de las políticas culturales que se originan a dedo desde las instituciones y sobresalen por su ineficacia y despilfarro, al no estar incardinadas en la base social a la que pretenden atender, y ser guadianescas en sus prestaciones y presupuestos en función de relumbrones electorales o autobombos personales del mandamás de turno. Con la calidad y la honestidad artística por bandera, la Orquesta Barroca de Sevilla se ha forjado un extraordinario currículum dentro y fuera de España. La empatía que se genera cuando las relaciones se entablan directamente entre artistas les permite contar para sus conciertos, giras o discos con figuras internacionales de la música historicista cuya participación sería mucho más cara si se les convocara a golpe de talonario desde un ente público. En Sevilla, la Barroca tira hacia arriba del nivel del Conservatorio Superior, ofrece repertorios de su especialidad en actuaciones de producción propia, es un pilar del Festival de Música Antigua y su presencia es obligada en la programación lírica del Teatro Maestranza. Todo lo acomete con brillantez y demostrando que, con un modelo de gestión privada ejercido por músicos sabedores de lo que se traen entre manos, la economía de medios también es un arte de hacer más con menos. Su éxito es una inyección de optimismo para la industria cultural andaluza. Y el Premio Nacional debe ser un seguro de vida para que deje de sufrir graves sobresaltos presupuestarios y cuente con mecenas privados que aprovechen con inteligencia su prestigio, como signo de distinción, orgullo de Sevilla y escaparate de responsabilidad social corporativa.

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