CARLOS NÚÑEZ GUERRERO

¿Por qué se quitaron los 'meones'?

AUNQUE para todos es "la Fuente de la Puerta de Jerez", en la Sevilla de nuestros abuelos fue más conocida como "la Fuente de los Meones", un sobrenombre popular que ocultó por completo su verdadero título: la Fuente de Sevilla.

Desde que fuese encargada por el Ayuntamiento en 1928, dentro del marco de las Obras Conexas para la Exposición Iberoamericana, la fuente se ha convertido en uno de los monumentos públicos más emblemáticos de la ciudad, debido sobre todo al céntrico enclave donde se ubica.

La obra que hoy contemplamos es fruto de un devenir histórico que nunca fue favorable a las intenciones de su autor, Manuel Delgado Brackembury, pues su proyecto original que, basado en la madrileña Fuente de Cibeles, proponía una alegoría triunfante de Sevilla pronto se vio mermado por factores económicos y temporales. La Sevilla exultante dio lugar a una Sevilla interiorista, representada por una melancólica dama que parece rememorar su pasado histórico mientras se abre camino a un nuevo tiempo al paso lento y seguro de las tortugas que la conducen.

Brackembury recurrió al retrato de niños de la época para representar a la juventud como el futuro de la ciudad, chiquillos que juegan en el caracol central sobre el que se asienta la alegoría de Sevilla y otros niños que, sobre el mar de la fuente, sostenían caracolas de las que manaba agua. Ellos eran los populares meones, tan famosos que hasta El Pali los inmortalizó en unas sevillanas.

La Campaña de Conservación y Restauración de Monumentos Públicos, emprendida por la Gerencia de Urbanismo de Sevilla desde hace años, se ha distinguido por la incorporación de metodologías innovadoras en el ámbito de la conservación de bienes culturales. Así, la valoración de estos hitos urbanos trasciende más allá de su materialidad para ser considerados como partes definitorias de un paisaje o elementos integrantes del escenario de nuestra vida cotidiana.

La restauración de la Fuente de Sevilla supone un nuevo reto que exige afrontar el monumento en toda su dimensión, asumiendo, por tanto, la conservación de su entidad material, histórica y artística y la recuperación de sus valores etnológicos. Así, la reposición de los meones se entiende como la reintegración de una laguna motivada por una doble intención: la restitución de la composición artística original de Manuel Delgado Brackembury y la recuperación de una estampa añeja enraizada en la memoria colectiva y recordada aún en aquel apelativo popular que siguen usando nuestros mayores.

Estas cuatro figuras infantiles estaban incluidas desde el primer proyecto de Brackembury y se mantuvieron tras el cambio de criterio en su construcción: "Los surtidores que están en el borde del estanque formado por cuatro angelotes sosteniendo caracoles, por donde saldrá agua, han sido modificados de emplazamiento e irán en pedestales labrados al efecto…" (AHMS. Asuntos especiales. Expte: 20/09/1929). Así los vio Sevilla desde su inauguración el 22 de abril de 1930 hasta junio de 1939, cuando el alcalde D. Eduardo Luca de Tena ordenó su retirada inmediata al considerar que "no han logrado armonizar la estética del conjunto con el arte singular que por sí solas suponen y representan" (AHMS. Aguas. 41/1939). Encerraban estas palabras los prejuicios propios de la época en cuanto al protagonismo que tenían estos desnudos infantiles situados en un primer plano, motivo suficiente para que fuesen retirados perdiéndose la pista sobre su paradero.

La reposición de estas figuras está basada en un completo y exhaustivo estudio histórico, que además de datos técnicos, ha aportado documentación gráfica de primer orden. Esta información contrastada nos permitirá reproducir las figuras con una fidelidad máxima en cuanto a dimensiones, material y características morfológicas. Sirvan estas líneas para agradecer la labor de los técnicos de Archivo y Fototeca Municipal, que son parte importante del equipo pluridisciplinar que hará posible la restauración y recuperación de la Fuente de Sevilla.

La restauración cuenta con un programa de difusión consistente en una plataforma informativa, en la que se expondrá el material histórico recopilado y se avanzarán las fases y pasos del proceso de restauración mediante imágenes y textos explicativos.

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