El jurado declaró este martes culpable de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas a Francisco Gutiérrez Carrasco, el acusado de matar a su hermano Manuel de tres disparos en la cabeza en una nave del polígono industrial La Jarilla, en La Rinconada. El tribunal popular hizo público este martes por la tarde el veredicto en la Audiencia de Sevilla, donde durante toda la semana pasada se celebró el juicio. Los nueve miembros del jurado, siete mujeres y dos hombres, consideraron culpable de ambos delitos al acusado por unanimidad. 

Según leyó el portavoz del jurado, el tribunal considera probado que el acusado efectuó dos disparos contra su hermano en el interior de la nave. El primero de ellos, frontal, impactó en el ángulo interno del ojo izquierdo, mientras que el segundo impactó en la región temporal izquierda. "Tras los dos disparos mencionados, la víctima cayó hacia detrás, golpeándose con un mueble metálico que se situaba a la derecha de su cabeza. Cayó al suelo, donde el acusado, apoyando el cañón sobre la región frontal izquierda (o sea, a cañón tocante), efectuó un tercer disparo". 

Para el tribunal, "todos los disparos fueron hechos por Francisco Gutiérrez Carrasco con la intención de provocar la muerte de Manuel, que se produjo de inmediato". El jurado añade que la víctima no pudo defenderse ni reaccionar. La relación entre los hermanos era casi nula desde hacía años, "a raíz de graves problemas de índole económica". 

Francisco Gutiérrez poseía una pistola detonadora del calibre 8 milímetros Knoll, transformada para disparar proyectiles del calibre 6,35 Browning, para la que carecía el reglamentario permiso de armas. La pistola es la misma con la que se disparó al aristócrata Jaime Melgarejo Piñar el Jueves Santo de 2012 en Los Remedios. Melgarejo le había arrendado unas tierras al acusado y, por el impago, éste había terminado siendo desahuciado. 

Los dos hermanos usaban indistintamente la nave de la Jarilla, propiedad de la madre de ambos, para almacenamiento de aperos y maquinaria agrícola y como taller y garaje de vehículos, aunque últimamente estaba en desuso. El acusado conocía que Manuel, algunos domingos o festivos, acudía solo a dicha nave para realizar determinados arreglos de maquinaria, sobre todo en época de recolección de cosechas. Sobre las diez de la mañana del domingo 16 de junio de 2013, el acusado se dirigió desde su casa hasta la nave en un Nissan Patrol, llevando puestos un sombrero de paja y unas gafas de sol. 

Una vez allí, dejó en su interior estacionado el todoterreno y se montó en un Kia Shuma, a bordo del cual se marchó del lugar. El jurado considera no probada la coartada del acusado, que asegura que fue a Dos Hermanas, donde había quedado con una mujer. El tribunal se opone a la petición de indulto y se muestra desfavorable a una suspensión de la ejecución de la pena. La Fiscalía mantuvo su petición de 22 años de cárcel y añadió la prohibición de residir y acercarse a La Rinconada en diez años, mientras que la acusación particular que ejercen la viuda y los tres hijos de la víctima solicita una pena de 23 años de prisión.

La defensa recurrirá ante el TSJA

El abogado Nicomedes Rodríguez Gutiérrez, que ejerce la defensa del acusado, anunció este martes que presentará un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Para el letrado, se trata de un caso muy técnico que tendría que haber sido enjuiciado por un tribunal profesional y no por un jurado popular. El abogado pidió la pena mínima para los delitos de los que el jurado halló culpable a su cliente. Durante el juicio, el acusado, Francisco Gutiérrez Carrasco, aseguró que "no mató" a la víctima porque es algo que "nunca ha pensado", y que "nunca" ha tenido un arma" porque es un tema que "no le ha interesado", añadiendo que "los únicos tiros que ha pegado "fueron en 1985 en la mili", aunque tres testigos aseguraron que sí poseía una pistola.