Provincia

El acusado del crimen de La Jarilla niega el asesinato y afirma que no tenía pistola

Francisco Gutiérrez Carrasco se declara inocente del fratricidio. El agricultor de La Rinconada que está acusado de la muerte de su hermano Manuel, con el que tenía malas relaciones y problemas económicos, negó ayer ante el jurado popular que le enjuicia que él acabara con la vida de su hermano. "No maté a mi hermano, nunca se me ha ocurrido y nunca lo he pensado", respondió con tranquilidad y hasta frialdad a la fiscal al inicio de su interrogatorio, en el que afirmó que aunque las relaciones con su hermano "eran frías" y llevaba unos tres meses sin verlo cuando se produjo el crimen, ambos se llevaban bien. También dijo que "quería" a su hermano, lo que provocó un murmullo en la sala de vistas donde varios familiares del fallecido siguen el desarrollo del juicio.

El acusado afirmó que su hermano le debía unos 30.000 euros de antiguas cosechas y reconoció que se los reclamó "en varias ocasiones" porque tenía problemas económicos, pero negó que matara a su hermano.

Sobre los problemas económicos que tenía, el acusado reconoció que perdió su vivienda en un litigio que mantuvo con el aristócrata Jaime Melgarejo, quien unos meses antes de la muerte de su hermano, en concreto, el Jueves Santo de 2012, recibió un disparo en el que perdió un ojo cuando estaba esperando en su vehículo en un semáforo en la calle Virgen de Setefilla de Los Remedios. Este intento de homicidio, que un juzgado de Sevilla investiga bajo secreto de sumario, está conectado con el crimen de Manuel Carrasco porque el arma empleada es la misma.

El acusado reconoció que en su día arrendó por cinco años unas tierras a Melgarejo, unas 55 hectáreas, pero al final el caso acabó en los juzgados. "En vez de entrar por las bravas y coger un tractor o una escopeta, me fui al juzgado", relató Francisco Gutiérrez, que añadió que para abonar la cantidad de entre 100.000 y 150.000 euros que adeudaba tuvo que entregar en abril de 2013 su vivienda como "dación en pago".

Cuando se le preguntó si tiene alguna idea de quién pudo matar a su hermano, el procesado explicó que su hermano tenía "muchas deudas" y estaba dando "muchas largas con los pagos". Su hermano, continuó, era una persona "querida, normal y honrada" y sólo le critica que estuviera "dando largas en los pagos", insistió.

La tesis de la defensa se centra en una segunda línea de investigación -descartada por la Guardia Civil-, según la cual los responsables del crimen podrían ser unos ciudadanos rumanos contratados por la víctima para las actividades agrícolas y a las que adeudaba salarios. El vigilante de la finca del fallecido, que ayer declaró en el juicio, apuntó en esta línea que había detectado hasta en cuatro ocasiones una furgoneta Renault Partner siguiendo al fallecido y dijo que tan sólo dos días antes del crimen vio a tres individuos montados en este vehículo cerca de la víctima y al acercarse comprobó que hablaban en un "idioma del Este".

El acusado añadió que su hermano también le debía 25.000 euros a su madre desde hacía 15 años y que ésta había propuesto que Manuel le diera a él unos 10.000 euros para ayudarle con sus problemas económicos. Incluso explicó el sospechoso del crimen que le propuso a su madre que vendiera la nave de La Jarilla, pero ésta se negó. Según la Fiscalía, Francisco mató a su hermano de tres disparos a escasa distancia por los problemas económicos que tenía.

El presunto asesino también rechazó que posea armas de fuego, en contra de las tesis de la Fiscalía y de la acusación particular, que aseguran que tenía una pistola detonadora del calibre 8 milímetros Knoll, que estaba transformada para disparar munición cargada con proyectiles del calibre 6.35 Browning. "Nunca he tenido arma ni me he interesado", dijo Francisco Gutiérrez, que recordó que la única vez que ha disparado un arma de fuego fue en 1985 cuando hizo el servicio militar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios