Contó ayer Soledad Becerril que uno de los primeros libros que leyó cuando llegó a la ciudad de la que luego sería alcaldesa fue Las calles de Sevilla, la obra en la que Santiago Montoto relata la historia del nomenclátor sevillano. "Para entender la ciudad había que entender los nombres de sus calles", dijo Becerril, quien desde ayer forma parte de ese nomenclátor que le ayudó a entender Sevilla. El Ayuntamiento ha rotulado con su nombre una pequeña plaza que hasta ahora formaba parte de la avenida de Cádiz y que está situada junto al antiguo equipo quirúrgico municipal.

No es una avenida ancha, de seis carriles por sentido y varios kilómetros de longitud, como tienen sus predecesores Luis Uruñuela, Manuel del Valle o Juan Fernández. Es una pequeña plaza, algo más que una isleta, pero está en un entorno privilegiado, muy cerca de los Jardines de Murillo. Por esta pequeña glorieta pasan a diario cientos de juristas en su camino al Palacio de Justicia, cientos de viajeros que buscan la estación de autobuses del Prado o cientos de estudiantes en su ruta hacia la Universidad.

A Soledad Becerril el gesto de que este espacio lleve su nombre le parece demasiado. "Estoy entre el orgullo y el apuro. Me parece demasiado", admitió la actual Defensora del pueblo, que acudió a la cita con sus nietos. A ellos se refirió para hacerle un guiño a la ciudad de la que fue alcaldesa. "Cuando mis nietos pasen por aquí y se pregunten por qué esta plaza lleva el nombre de su abuela, siempre podré decirles: mira, niño, es que esta ciudad siempre ha sido muy exagerada".

Becerril agradeció la decisión de rotular un espacio de la ciudad con su nombre al alcalde, Juan Ignacio Zoido, al Pleno municipal y a todos los grupos políticos. "Doce años en el Ayuntamiento de Sevilla me han dejado una profunda huella. Le debo muchas cosas importantes a Sevilla. Todo lo que aquí sucede me preocupa y me importa", apuntó la ex alcaldesa, que se mostró satisfecha porque "este tipo de actos suelen llegar cuando una ya no está y no todos los que alcanzan a tener una calle pueden vivirlo de esta manera".

Zoido destacó de Soledad Becerril su proximidad con los vecinos, su cuidado de los detalles, sus perspectivas de futuro y su vocación de servicio. "Sigue pendiente de Sevilla aunque esté en un puesto tan merecido como el de defensora del pueblo. Siempre será alcaldesa de Sevilla", apuntó el regidor hispalense, que tuvo un recuerdo para Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García Ortiz, el concejal y su esposa asesinados por ETA. Zoido hizo una referencia a Javier Arenas, presente en el acto, y a quien Soledad Becerril no había citado entre sus agradecimientos. "Aunque no lo hayas dicho, Soledad, él tuvo algo que ver para ponerte en la lista. Y a mí también", dijo Zoido en su discurso, en el que también agradeció la presencia de Antonio Muñoz como representante del Grupo municipal del PSOE.