Ante una situación desesperada, acciones contundentes. Los vecinos del barrio del Arenal, capitaneados por la asociación Torre del Oro, amenazan con denunciar al Ayuntamiento ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo a cuenta de los problemas que sufren con la movida. La paciencia de los residentes de calles como Arfe, San Diego o Adriano, se ha agotado. Claman para que el Consistorio vele por su derecho al descanso y para que cumpla la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que le instaba a actuar contra la movida, un fallo que en su momento creó un precedente.

Ya no hay en el Arenal las grandes botellonas de los años 90 que motivaron aquel fallo. Los jóvenes, que entonces abarrotaban la zona del mercado y sus aledaños, se hecho mayores y han cambiado el vaso de plástico por la copa de balón y se reúnen en los numerosos bares de copas que han proliferado en una zona saturada. El problema se agrava cuando cientos de personas salen de los locales para beber en plena calle, provocando un ruido que los vecinos califican de insoportable, además de problemas de inseguridad, suciedad o movilidad, como relata una de las vecinas: "Este último fin de semana ha sido aberrante. Los coches no podían pasar por la calle Arfe y era materialmente imposible entrar en las casas. Ha sido peor que en Semana Santa".

Los vecinos consideran que desde el Ayuntamiento les están "tomando el pelo", a pesar de que la unidad de Asuntos Sociales de la Policía Local se ha interesado por la situación y ha acudido durante los últimos fines de semana, algo que consideran "claramente insuficiente". El pasado lunes los vecinos mantuvieron una reunión para consensuar las medidas que van a tomar. En primer lugar, un notario acudirá a levantar acta de las diversas irregularidades que se están cometiendo, como permitir que se consuma alcohol en la vía pública. Pasada la Navidad, aseguran, acudirán hasta Estrasburgo para poner en conocimiento del tribunal la "indefensión" que sufren desde hace años y para denunciar que el Consistorio "no está haciendo nada" para que se cumpla la sentencia del TSJA, dictada en 2002, que decía literalmente que "los derechos de los jóvenes a reunirse encuentran sus límites en los derechos de los demás ciudadanos a la libre circulación, al descanso y a la propia vida, problemas a los que el Ayuntamiento de Sevilla no ha dado respuesta alguna en el caso del barrio del Arenal, donde las aglomeraciones hasta el amanecer en sus calles estrechas causan numerosas molestias a consecuencia de las voces, ruidos nocturnos, peleas y actos vandálicos". En los próximos días también decidirán si llevan a cabo algún tipo de protesta en la calle para escenificar el "enorme mosqueo" que sufren.