Sevilla

La joven violada en Pamplona no recuerda cuántas agresiones sufrió

  • La denunciante sostuvo en su declaración ante el juez que los agresores eran "cuatro" y no cinco, que son los que están en prisión

El testimonio de la joven que denunció la violación en los Sanfermines por parte de cinco jóvenes sevillanos, que están en prisión provisional desde hace una semana, plantea algunos interrogantes. La víctima sostiene en sus declaraciones ante la Policía Municipal de Pamplona y ante el juez de Instrucción número 4 de esta localidad que fueron cuatro y no cinco los jóvenes que participaron en las agresiones sexuales, aunque con respecto a las mismas tampoco ha podido asegurar cuántas veces fue violada.

En esas declaraciones, a las que ha tenido acceso este periódico, la víctima relata que en la madrugada del 7 de julio dos de estos jóvenes la cogieron del brazo y la obligaron a entrar en un portal del número 5 de la calle Paulino Caballero, tapándole la boca para que no pudiera gritar.

La chica asegura que la obligaron a hacerle a cada uno una felación y a continuación "los cuatro" la penetraron, pero añadió que "no recuerda" si dichas penetraciones fueron vaginales o anales, y añadió que después los cuatro se marcharon corriendo del lugar.

En la comparecencia ante el juez de Instrucción número 4 de Pamplona, la joven, que tiene 19 años, insistió en que sólo recuerda que iba "con cuatro chicos y no con cinco", y con respecto a las agresiones sexuales incurrió en contradicciones con su declaración policial. Así, explicó al magistrado que no puede precisar cómo fueron ni "recuerda cuántos la obligaron a hacerle una felación ni cuántos la penetraron". Ni tampoco pudo decirle al juez la duración de las agresiones.

Lo que sí aseguró es que fueron "varias" agresiones, afirmó la víctima, que añadió que recuerda cómo uno de los jóvenes llegó a decir lo siguiente: "Quillo, me toca a mí". Tampoco pudo acreditar si uno de los chicos podría estar separado de los demás -y que supuestamente podría ser el que realizó la grabación de la violación colectiva-.

En cualquier caso, la denunciante afirmó que tanto ella como los presuntos agresores, entre los que se encuentran un guardia civil y un militar profesional, habían bebido alcohol pero no en grandes cantidades. La víctima reconoció que había bebido algo pero estaba "en buenas condiciones" y no había tomado sustancias tóxicas, y con respecto a los sevillanos detenidos, afirmó que también habían bebido pero "andaban de manera normal y no tenían síntomas evidentes", según refleja el acta de la declaración ante el juez.

En las declaraciones, la mujer da una descripción muy detallada de los "cuatro" presuntos agresores, aportando datos sobre su estatura, color de ojos, complexión, e incluso sobre los tatuajes que algunos tenían en el abdomen. La chica identificó a los presuntos agresores en los fotogramas que se le exhibieron y de uno de ellos reconoció que antes de que ocurrieran las agresiones se había dado con él un "beso en la boca".

Tras la agresión, recogió sus pertenencias, se vistió y salió a la calle, donde se sentó en un banco a llorar hasta que unos minutos después pasó por el lugar una pareja y avisaron a la Policía.

El juez de guardia de Pamplona decretó el pasado 9 de julio el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los cincos sevillanos detenidos por la violación de la joven, al considerar acreditada a través de la grabación realizada por los investigados la "participación colectiva de todos ellos" en los hechos. El instructor consideró "muy claro" el relato de la víctima y su imposibilidad para defenderse y pedir ayuda, "valiéndose de su superioridad física", al tiempo que considera que la sometieron a varias agresiones sexuales "mientras grababan los hechos".

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