La enésima avería del 'ponemultas'
Tráfico Un nuevo fallo de la herramienta contra la doble fila
El coche que fotografía las infracciones de tráfico vuelve a sufrir un fallo en el sistema informático · El plazo de garantía del fabricante ya ha expirado y el Ayuntamiento no tiene contratado el mantenimiento
Estaba destinado a convertirse en una herramienta infalible contra la doble fila por la alta tecnología con la que estaba dotado, pero apenas ha podido funcionar correctamente por las continuas averías que ha sufrido desde su adquisición hace dos años y medio. Pasó el primer año circulando en pruebas y aparcado en un garaje de la Jefatura de la Policía Local porque su sistema informático no terminaba de funcionar correctamente. Se reparó y salió a patrullar, llegó a denunciar a 25.000 infractores, pero se ha vuelto a averiar.
Es la historia del coche ponemultas, un vehículo que el Ayuntamiento de Sevilla adquirió por 72.000 euros a la empresa Quality y que no ha dejado de sufrir fallos. Ahora ha vuelto a padecer una avería técnica en el sistema informático que permitía al coche tomar imágenes mientras circulaba a una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora. Un error similar al que ha sufrido tantas otras veces en los últimos dos años y medio pero que ahora cuenta con una circunstancia agravante: el periodo de garantía que el fabricante ofrecía al Ayuntamiento ya ha expirado y el Consistorio no tiene contratado el servicio de mantenimiento con Quality.
De ahí que, por el momento, las labores de reparación hayan recaído en los mecánicos de la Policía Local, que en los talleres de la Jefatura de la isla de la Cartuja llevan varios días intentando arreglar el sistema informático del coche para que vuelva a funcionar correctamente, como sí ha hecho en los últimos meses. Una vez terminado el plazo de garantía, la reparación integral del vehículo por parte de la empresa que lo fabricó puede llegar a costar al Ayuntamiento casi tanto como un sistema nuevo.
El coche está saliendo a patrullar estos días por el efecto disuasorio que produce y porque tiene una opción que permite sacar las fotografías de forma manual a los policías que controlan el vehículo. Esta aplicación es muy útil para aquellas funciones que no conlleven la necesidad de circular para detectar infracciones, como por ejemplo la de identificar los coches que invaden los carriles reservados al transporte público. En este supuesto, los policías dejan el coche parado y fotografían a todos aquellos vehículos que pasen por los viales reservados.
Sin embargo, la opción resulta más complicada para tareas como la doble fila o los estacionamientos indebidos, que el ponemultas debe identificar en marcha. Sólo la tecnología del coche costó a las arcas públicas 72.000 euros en el año 2006, ya que el vehículo es un Renault Clío propiedad del Ayuntamiento.
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