Lugares en los que los mayores o las personas con discapacidad permanecen activas y ocupadas durante el día. Así se podría definir el trabajo de las Unidades de Estancia Diurna, cuyo funcionamiento es parecido a los nuevos modelos de residencia de ancianos, sólo que en los primeros no pernoctan los usuarios, que sin embargo reciben la atención básica y necesaria, tanto médica como terapéutica e incluso sociocultural.

Actualmente en la provincia de Sevilla existen 67 centros de día para mayores, que cuentan con 1.518 plazas, a lo que hay que sumar 63 centros para personas con discapacidad, con 2.041 plazas. El incremento ha sido sustancial en los últimos años, ya que en 2002 sólo habían 33 unidades de estancia diurna para ambos colectivos.

Los programas de Estancias Diurnas se enmarcan dentro del Plan de Apoyo a las Familias, que buscan favorecer el bienestar y la estabilidad de las familias sevillanas y fomentar la compatibilidad de la vida laboral con la familiar.

El servicio se presta en centros especializados y durante una parte del día, normalmente de 9:00 a 17:00 los días laborables, aunque desde 2007 algunos centros han ampliado el servicio y lo extienden hasta los fines de semana. Una nota significativa es que los usuarios son recogidos en su domicilio por un transporte adaptado con el que llega hasta el centro. Una vez allí, se desayuna, y a continuación comienzan las actividades que el equipo de profesionales del centro haya diseñado, adaptadas en cada caso al perfil de usuarios del mismo. A mediodía se sirve el almuerzo y tras él, siguen las actividades hasta la tarde, cuando el transporte les vuelve a llevar a su domicilio.

Una de las últimas en abrir es la Unidad de Estancia Diurna Ferrusola, situada en Sevilla Este, la cual cumplió un año recientemente, y que cuenta con unas instalaciones modernas y unos destacados servicios básicos y especializados. "Hice el modelo de centro en el que yo querría estar y llevar a mis familiares", señalaba María Ángeles Ferrusola, fundadora de este centro residencial y de otro en la carretera de Sevilla a Utrera, llamado Blanca Paloma.

El centro Ferrusola cuenta con 210 plazas, aunque actualmente son 60 las personas mayores que acuden a él diariamente. El horario es más amplio de lo normal, de doce horas, desde las 7:00 hasta las 19:00, y se incluye el servicio de merienda para los usuarios, además del desayuno y el almuerzo, servidos todos ellos en el impresionante salón restaurante con el que cuenta el centro.

Una quincena de personas trabajan en esta residencia entre terapeutas, trabajadores sociales, médicos geriátricos, enfermeras y fisioterapeutas, entre otros, además de un auxiliar por cada 10 usuarios. Entre los servicios ofertados, destacan la atención sanitaria y psicológica, así como los talleres de animación socio-cultural, como los de baile, memoria, relajación o gimnasia. "Nos lo pasamos muy bien y mi nieta me envidia porque sabe lo bien que nos cuidan", comentaba Caridad Sánchez, una de las usuarias.

Otro de los servicios que se presta aquí es la administración de los fármacos por parte del centro, los cuales son personalizados y ordenados con cada blíster para que no haya equívocos. "Cada día de la semana programamos distintas actividades para que no se aburran", señalaba Fuensanta Rivero, psicóloga y directora del centro Ferrusola, que se encuentra climatizado, con hilo musical y con timbre de llamada en los numerosos aseos con los que cuenta.

"Tenemos previsto poner en marcha grupos de apoyo con familiares, además de conseguir ordenadores táctiles", apuntaba María Ángeles Ferrusola sobre los siguientes retos de este centro, que cuenta con varias personas mayores de 65 años con un deterioro cognitivo leve o medio. Algunos de ellos se lo toman como ir al colegio o al trabajo, con un horario parecido, y donde realizan actividades manuales, pero también tienen tiempo para fiestas, descansar viendo la telenovela, leyendo, bailando o escuchando música.