La comisión técnica formada por la Universidad de Sevilla, la Gerencia de Urbanismo y el Servicio Andaluz de Salud con la intención de buscar una nueva ubicación para la Facultad de Medicina ya ha empezado a trabajar y baraja como opción principal un solar en el entorno del Hospital Virgen del Rocío.

Aunque en un principio se consideraron también las opciones de las otras dos grandes áreas hospitalarias de la ciudad -Valme y Macarena-, la comisión contempla principalmente un solar en las cercanías del Virgen del Rocío, concretamente por alguno con calificación para uso educativo al otro lado de la vía de tren que separa la zona sanitaria del Polígono Sur, con lo que no habría que cambiar el Plan General de Ordenación Urbana, uno de los principales escollos con los podría tropezar esta operación.

Con el traslado de la Facultad de Medicina -actualmente ubicada junto al Hospital Macarena- a esta zona de la ciudad, se conseguirían varios efectos positivos. Además de dotar al histórico centro de unas nuevas instalaciones más amplias y modernas, éste se situaría junto al hospital de referencia de Andalucía, donde se están desarrollando algunos de los proyectos de investigación médica más punteros de España. Además, se reforzaría el proyecto de regeneración que se está llevando a cabo actualmente del Polígono Sur y en el que ya ha colaborado la Universidad Pablo de Olavide con la ubicación en el barrio de las Letanías de la residencia Flora Tristán. También, la nueva Facultad estaría junto a dos instituciones universitarias directamente relacionadas con el campo médico: el Instituto de Biomedicina y la futura Facultad de Farmacia, para la que ya hay asignada un solar.

Finalmente, se dotaría a la ciudad de un argumento más para el proyecto de soterramiento de la vía del tren que recoge el PGOU y que es una de las deudas que tiene el Ministerio de Fomento con la ciudad.

No es la primera vez que se pone sobre el tapete la necesidad de un traslado de la Facultad de Medicina. Ya cuando se estaba redactando el actual PGOU, aprobado en 2006, se le ofreció a la Universidad esta posibilidad, pero finalmente se desechó por la oposición del propio centro. Ahora, la Facultad ha cambiado de parecer y el pasado mes de febrero elaboró un plan de necesidades que contempla los retos del futuro: "el nuevo diseño de la docencia inspirado por el Espacio Europeo de Educación Superior y la más que anunciada necesidad de médicos en un corto espacio de tiempo, que podría obligar a que la Facultad acoja a un mayor número de alumnos", se afirma en el documento.

Según el informe de necesidades, el edificio debería tener un total de 26.358 metros cuadrados. Estos se dividirían entre los 7.877 destinados al módulo docente, los 975 para las instalaciones del Decanato y servicios administrativos, los 2.250 de los servicios generales y los 7.249 reservados para los departamentos. A las circulaciones se destinarían 4.584 metros cuadrados.

El plan recoge la existencia de 17 aulas con capacidad para 100 alumnos cada una, 20 aulas-seminarios, una sala de demostraciones clínicas, laboratorios para prácticas, sala de estudios para 250 estudiantes, un aula magna con una capacidad de 600 asientos, aula informática y biblioteca, entre otros espacios. Hay que tener en cuenta que estas instalaciones se complementan con los distintos pabellones docentes con los que cuentan los hospitales. Actualmente, en la Facultad de Medicina de Sevilla hay matriculados algo más de 1.700 estudiantes.