Una modificación sustancial de los planes del arquitecto alemán Jürgen Mayer para abaratar los costes. La apertura inmediata de la Encarnación al público, con el mercado de abastos incluido, y la supresión de la cubierta de madera y de cuatro de los seis parasoles. Se trata de la propuesta del PP sobre el polémico proyecto urbanístico de las setas, al que Zoido está convencido de que se le pueden aún recortar 20 millones de euros si se siguen sus propuestas al respecto. El portavoz del PP apuesta por un replanteamiento de la intervención que respeta muchos de los usos previstos, tales como el antiquarium, el mercado de abastos, la galería comercial y el restaurante-mirador con sus dos parasoles. Sólo habría que renunciar, según Zoido, a cuatro parasoles y a la cubierta de madera.

El PP municipal considera que hay que atender al "debate ciudadano" abierto que insta a rebajar la dureza del proyecto, introducir elementos naturales para crear un espacio de vegetación amable y apostar por las zonas de sombra. La oposición municipal considera que su planteamiento es fiel reflejo de un "cambio tranquilo" que admite la inconveniencia de no destruir aquello que ya está construido. No desandar lo andando. El criterio que, a juicio de los populares, ilumina su propuesta es el de dar a entender que existe "otra forma de hacer las cosas" que pasa por la necesidad de "introducir racionalidad y sentido común, respetar los usos previstos del proyecto y los compromisos de la concesionaria". Y el objetivo es muy claro: "Cerrar la sangría económica del proyecto, evitar los futuros problemas de montaje, mantenimiento y conservación de un estructura incierta".

El PP defenderá este planteamiento en el Pleno del próximo viernes por medio de la presentación de una propuesta con carácter urgente. La oposición entiende que, además de las claves económicas, la polémica obra del Metropol Parasol debe tener consecuencias políticas. "Hay que exigir responsabilidades políticas". Los populares consideran que los hechos son lo suficientemente graves como para pedir la dimisión del alcalde. Zoido fue tajante: "Se ha ocultado la imposibilidad del proyecto, las discrepancias entre el director técnico y facultativo. Esto supone un grave quebranto económico para los sevillanos, dado, además, el alarmante desvío presupuestario. Los costes previstos se están disparando, habiendo muchas zonas oscuras, pues se ha camuflado la situación real en dos ocasiones como mínimo". Zoido destacó un "agujero" de al menos 30 millones de euros de desviación en el proyecto de la Encarnación. Este desvío también afecta directamente al delegado de Urbanismo y al director técnico de la Gerencia, de los que también reclama su cese inmediato.

El PP asegura que los gastos reconocidos por el gobierno local ascienden ya a los 80 millones de euros, lo que provoca un temor en la oposición: "Pueden ascender ya a más de cien". Zoido defiende que su propuesta supone dar a la plaza un uso público "de manera inmediata sin necesidad de prescindir de ninguno de los usos previstos". Por todo esto, Zoido apuntó a la necesidad de "evitar los futuros problemas de montaje de una estructura de madera incierta que está generando este sobrecoste", y consideró que su propuesta es "coherente, sensata y razonable", pues, concluyó, respeta todos los usos previstos en la Plaza de la Encarnación y permite hacer viable el proyecto "ahorrándose los sevillanos 20 millones de euros".