Relevo sine díe. El PSOE de Sevilla se encargó ayer de enfriar el debate sobre la sucesión en la Alcaldía de la capital aplazando, al menos unas semanas, la salida de Alfredo Sánchez Monteseirín. Éste seguirá siendo el alcalde en una nueva etapa que ahora se abre, que no tiene plazos y que el partido calificó ayer como "tranquila".

El PSOE tiene "sus tiempos, sus reglas y sus formas", dijo el propio Monteseirín a la salida del encuentro que mantuvo con José Antonio Viera, secretario provincial del partido, para abordar, por primera vez, su futuro a corto plazo, pues el inmediato será mantener en su mano la vara de mando.

Más o menos. Porque si bien no se retirará todavía del ayuntamiento, sí tendrá que compartir de alguna manera el gobierno local con los dirigentes de su partido y atender a las órdenes de éste. Según lo acordado ayer en esa reunión en la sede de Luis Montoto, a partir de ahora todos los temas municipales se gestionarán y coordinarán según los dictados del PSOE de Sevilla. Será "por el bien de la ciudad" y "por encima de intereses personales", se esforzaron ayer en repetir desde el partido. Al parecer, Monteseirín abandonó la sede del partido insatisfecho, al no haberse acordado con claridad una salida tras su renuncia a optar de nuevo a la Alcaldía en las próximas elecciones municipales y por la obligación de atender a un pacto socialista que deja parte de la gestión del ayuntamiento, una institución, en manos del partido. De hecho, fue el propio alcalde quien, preguntado ayer por los periodistas a la salida de un acto, confirmó que se reunirá con Viera "periódicamente, cada cierto tiempo, para ir al alimón, pilotando esta transición, que sin duda merece que se haga de forma total y absolutamente coordinada". "Lo más importante ahora mismo para mi es gestionar el presente, cuando no nos podamos reunir nos llamaremos por teléfono, pero vamos a hacer que todo vaya bien", garantizó Monteseirín.

Fuentes municipales coincidieron ayer en que la posición del alcalde es más que incómoda, pero insistieron en éste se esforzará en colaborar y en generar "buen ambiente", a la espera de recibir mejores noticias.

De hecho, el mensaje que ayer quiso transmitir tanto Viera como Monteseirín fue, al menos de cara a la galería, de "cordialidad". Aun así, el alcalde no pudo reprimirse y apuntó que el proceso que ahora se abre con vistas a su sucesión es "interesante y delicado".

De momento, Monteseirín ejercerá como primer edil durante la Semana Santa y, según algunas fuentes, luciendo el cargo. Hoy mismo colocará la Medalla de la Ciudad a la Esperanza de Triana, un reconocimiento que, aunque estaba previsto, se precipitó en el último Pleno municipal, donde se aprobó como una cuestión urgente. Hay quienes dicen que Monteseirín quiere colgarse algunas otras medallas propuestas e impulsadas en su mandato. Por eso seguirá trabajando. Su agenda está completa para las próximas dos semanas. Después de el acto de hoy en Triana y amén de otras citas ciudadanas, el Domingo de Ramos procesionará, como es tradicional, con la Hermandad de la Hiniesta y el resto de la Semana Santa participará a diario en un acto cofrade -el Martes Santo en el barrio del Cerro del Águila- hasta concluir el Domingo de Resurrección con su presencia en el pregón taurino. Para la siguiente semana, su gabinete también tiene confirmados numerosos actos en su agenda.

De hecho, y tal y como confirmó esta semana la misma portavoz del gobierno local, Maribel Montaño, el objetivo es demostrar a la ciudadanía que el alcalde sigue trabajando para la ciudad. Trabajar y trabajar, como ya antes dijo el concejal Alfonso Rodríguez de Celis al abrirse el debate sobre su posible candidatura a la Alcaldía. Hechos objetivos frente a especulaciones. Sin ir más lejos, en la junta de gobierno local de esta semana se aprobaron más de medio centenar cuestiones.

Monteseirín vendió ayer tras su reunión con Viera que el partido saldrá reforzado con un proyecto de ciudad iniciado por su gobierno -quiso dejar claro- y que seguirá impulsando, con su apoyo, el futuro candidato.

¿Quién será? El propio alcalde asegura que no hay candidato y que, por tanto, seguirá en su puesto hasta que el partido decida otra cosa. En esta línea, ofreció su "colaboración como alcalde y como hombre del PSOE" y reiteró que la decisión la tomará el partido conjuntamente con él. "Tanto el PSOE como yo mismo estableceremos un calendario para hacer esta transición", garantizó reiterando que no le importa su futuro, sino el de la ciudad.

En eso coincidió ayer con el portavoz de la oposición, el popular Juan Ignacio Zoido, que hizo un llamamiento a los socialistas para que sus pugnas internas no afecten a los sevillanos. "El alcalde arrastra el nombre de la ciudad en su caída", le reprochó Zoido. Monteseirín le respondió: "Yo tengo mucha tarea, muchas responsabilidad en los hombros, y el partido sabe la importancia de la ciudad desde el punto de vista político, unos y otros vamos a trabajar por los intereses de Sevilla".

Y por los intereses del partido. Desde los más altos cargos orgánicos le han pedido al alcalde que aguante hasta el final del mandato. Eso parece poco probable pero, de momento, la tregua está firmada, al menos, durante la presente Semana Santa. Luego habrá tiempo de irla renovando. Codo con codo y paso a paso.