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La dejadez de De Mul agrava su situación

  • El belga pone poco de su parte por engancharse tras jugar sólo un partido completo en 5 campañas.

 El caso de Tom de Mul toma tintes parecidos a los de otros refuerzos llegados en esa franja de tiempo en la que muchos fichajes quedaron en fracaso. Mosquera, Kone, Romaric... El belga pasa los días en la ciudad deportiva entrenándose por regla general en sesiones aparte del grupo junto a los preparadores físicos, que tratan a duras penas de mantenerlo en forma pese a sus quejas constantes de unas supuestas molestias que no desaparecen en el pubis pese a que ya pasó por el quirófano para corregir esta lesión. 

De Mul, después de varias semanas fuera por ese dolor que refiere a los médicos -quienes no ven nada en las pruebas que le realizan-, sí trabajó ayer a las órdenes de Marcelino, un entrenador que hizo lo posible durante el verano y también en el torneo liguero (fue convocado al Calderón) por recuperarlo. 

Pero la empresa es difícil. De Mul, que llegó en el verano de 2007 procedente del Ajax a cambio de 5 millones de euros, ha disputado en este tiempo 9 partidos de Liga con el Sevilla, de los cuales sólo uno lo jugó completo, un 0-2 al Levante con dos goles de Luis Fabiano y, en total, apenas 5 como titular (3 de Liga y 1 de Champions de la primera temporada, la 07-08 y 1 en la siguiente ante el Barça). Pese a que acumula algo más de 300 minutos, sí puede decir que ha marcado un gol en la Liga española y que sirvió además para que el Sevilla amarrara tres puntos, al hacer en el minuto 90 el 0-2 en un triunfo sobre el Getafe, precisamente el rival del próximo lunes en Nervión.

Desde su llegada hasta hoy, han mediado dos cesiones al fútbol belga, una al Genk en 2009 (12 partidos y 4 goles en la Jupiter League) y otra catastrófica al Standard de Lieja, club en el que aparentemente militó la pasada temporada, pero con el que no jugó ni un solo minuto. Algunas fuentes no confirmadas por este diario relatan que el Standard intentó devolver al futbolista, pero que, a petición del Sevilla, le permitió entrenarse bajo su disciplina, aunque los gastos de su ficha, para nada bajos, siguieran corriendo a cargo del Sevilla. 

Mientras, multitud de viajes a Bélgica e interminables procesos de recuperación en su país que, evidentemente, no han dado sus frutos. En su día internacional sub 21 y destinado a disputarle el puesto a Jesús Navas , fue la causa imposible para Monchi en la operación salida el pasado verano. Ahora está en su último año de contrato (firmó cinco), puede decirse que casi vegeta en la ciudad deportiva y ha descuidado la forma. Pese a tener dorsal ante las fichas libres que la planificación dejó vacantes, la intención del club es intentar que salga en el mercado de invierno, pero casi se asume que puede ser imposible. 

Con sólo 25 años, está más cerca de ser un ex futbolista que un profesional que desee abandonar una situación en la que no pone de su parte para salir.

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