Espiral de un club descabezado

sevilla f.c.

Las ausencias de Del Nido, motivadas por el proceso judicial al que es sometido, dejan al club sin su principal brazo ejecutor, cuya incomparecencia en las reuniones de la RFEF llevó la final al Camp Nou · "Actuaron a espaldas del Sevilla", dice Monchi

Del Nido y Monchi, sonrientes antes de un partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Del Nido y Monchi, sonrientes antes de un partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Jesús Alba / Sevilla

15 de abril 2010 - 05:02

Si no está el presidente, este Sevilla irradia desde su cúpula de dirección puro nerviosismo. Nadie puede dar un mensaje sin que se plasmen -por supuesto desde su única cabeza pensante- las directrices de la postura institucional. José María del Nido, como todo el mundo sabe, está enfrascado en un delicado proceso judicial que le ha obligado a alejarse del puente de mando y no le ha podido venir en peor momento. A él y al Sevilla, pues le ha pillado de lleno en una crisis deportiva no conocida en varios años de gestión en la batalla federativa por una final de Copa en la que le ha salido muy cara la ausencia de su máximo mandatario, el gran jefe y único insustituible en la ejecutiva del club, "como la afición, la bandera y el escudo", usando sus propias palabras.

Después de declinar en Valladolid ofrecer una versión sobre los hechos acaecidos en la reunión que en la ciudad castellana mantuvo la Federación, Monchi apareció ayer por varios medios radiofónicos ofreciendo el mensaje oportunamente consensuado. En las dos últimas reuniones de la ejecutiva de la Federación, en las que se ha decidido la sede de la final de la Copa, no ha estado Del Nido y el gol ha entrado por toda la escuadra de la portería sevillista. El viernes José María Cruz y Manuel Vizcaíno formaban la representación del club nervionense en Las Rozas, reunión de la que el director general salía "casi convencido" de que el estadio elegido iba a ser Mestalla.

En la definitiva, en la reunión en la que se produjo la votación el martes en Valladolid, el Sevilla no estuvo representado. Del Nido, que declaraba por la mañana en un juzgado de Málaga, no acudió y el Sevilla no votó. No hubiera servido de nada porque el pescado ya estaba vendido. El Atlético se había movido mejor a la hora de captar los votos de clubes y federaciones territoriales y en Valladolid ya se sabía qué iba a pasar. Una vez asestado el golpe, en el almuerzo celebrado en La Parrilla de San Lorenzo, céntrico restaurante y edificio del siglo XVI que es monumento nacional, no había nadie del Sevilla en la gran mesa del salón reservado por Villar.

Monchi, aunque niega que Del Nido se haya alejado en algún momento de las tareas propias de dirección del club, reconocía ayer abiertamente que la Federación había actuado "a espaldas del Sevilla" en todo este asunto. "Lo primero que tenemos que hablar es de indignación. Se ha tomado una decisión a nuestra espalda y en contra de lo prometido al presidente y a altos directivos de este consejo, a los que se les dijo que si no había acuerdo entre los clubes la final sería en Valencia. Nosotros pusimos Sevilla, el Atlético pidió Madrid y al final no se ha elegido Valencia, como se había prometido", añadía.

"El presidente no ha dejado de estar ni un momento ejerciendo en el día a día su labor de siempre en el club. Únicamente, no puede hablar por teléfono por las mañanas, pero ha estado más encima que nunca y hay anécdotas que no puedo revelar", decía. Pero la verdad es que la ausencia de Del Nido se masca y en los viajes de vuelta tras las derrotas es donde se echa en falta la presencia del hombre fuerte. Si volviendo de Villarreal el presidente era la imagen viva de la confianza y el mensaje de apoyo al cuerpo técnico y jugadores en el fatal estreno de Antonio Álvarez (3-0), el viaje de regreso de Valladolid no contó con esa figura de referencia que debían ver los jugadores, con los que Del Nido hablaba uno a uno mirándole directamente a los ojos.

Hasta el lunes parece que la cabeza visible del sevillismo va a tener cierta tregua y es posible que la baja de su letrado por enfermedad -que ha llevado a suspender los juicios hasta la semana que viene- obedezca a ciertas urgencias para poner algo de orden en el club, aunque también para ganar tiempo en la preparación de los mismos, lógicamente. Mientras, la cara la da Monchi, defendiendo el momento del equipo y recordando que "ojalá dentro de 50 años la crisis sea estar cuarto, en puertas de una final y habiendo caído en octavos de final de la Champions".

En cuanto a la designación de la sede de la final, al director deportivo, sin haber estado en ninguna de las reuniones, le tocaba anunciar que la Federaciçón había ocultado a los clubes la circular que añadía a los 14 días obligados antes del Mundial otros 7 de descanso para los internacionales. "La clave es que se fija una fecha que luego se sabe que el 26 de mayo no se puede jugar con internacionales. Los clubes no teníamos esa información. Ésa es una circular a la que no tienen acceso los clubes, es de FIFA a la Federación". Sólo queda, a estas alturas, animar a la afición y prometer "toda la ayuda posible al sevillismo desde el club para ser mayoría en el Camp Nou".

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