La gran jura de este noviembre con el mercurio volando a la altura del grajo no ha sido la de Madrid. No sean ustedes ingenuos. No, no ha sido la de nuestro dilecto Gregorio Serrano, que en su toma de posesión como pedazo de director general de Tráfico enriqueció la escena con una estampa de la Virgen de los Reyes, lo que despertó la curiosidad de los periodistas capitalinos presentes en la sala. Ni la de Curro Pérez jurando como jefe de gabinete de don Zoido, que luego criticamos a las hermandades cuando se les da tanta importancia y boato al secretario segundo o al auxiliar de priostía. Ea, ahí han tenido a don Curro jurando también cual ministro en el Pardo. Y eso que sólo es jefe de gabinete.
–Como él se merece, Fiscal. –Sin duda. –¡Yviva Triana!–¡Viva siempre! ¡Y don Curro!
La gran jura de noviembre, decíamos, no ha sido la del superministro Zoido, con cuadrilla de agradaores de clase turista, de los de ida y vuelta en el mismo día con derecho a chapata de lomo con pimiento grasiento, porque hay que estar presente en un día muy importante para Juan Ignacio, que otra vez ha vuelto a ser Juan Ignacio y ha dejado de ser “el Zoido”. Porque no vaya a ser que haya que rehabilitar una decena de casas cuartel de la Guardia Civil, imprimir diez mil folletos de los que edita la Dirección General de Tráfico, o comprar una nueva remesa de uniformes para la Policía Nacional. Allí estaban los tíos cogiendo el nuevo número de teléfono del flamante jefe de gabinete y ya te llamaré para almorzar en el Ten con Ten. Yo reservo, no hace falta que te molestes.
La gran jura ha sido la de Andrés Martín, el que siempre será el turboconsejero de gloria, aunque oficialmente no se siente en la mesa de la junta superior. Martín juró como hermano mayor de la Divina Pastora y Santa Marina. Acudieron el presidente actual, Sainz de la Maza, y los ex presidentes Arenas y Bourrellier. Hasta Miguel Bazaga acudió en representación del Ayuntamiento. Nunca la toma de posesión de un hermano mayor de Gloria reunió a tantos representantes. ¿Saben ustedes por qué? Porque Andrés es como si fuera el jefe de gabinete del Consejo de Cofradías desde hace más de tres lustros. Es decir, como Curro Pérez ahora, pero poniendo y quitando presidentes. Unos vienen y otros van, Andrés Martín siempre está. Que se lo pregunten a don Antonio Ríos desde que era hermano mayor del Gran Poder y a todos los que le sucedieron en la presidencia del Consejo. Andrés es una suerte de ministro del Interior, pero tela de interior, en clave morada. Siempre le quieren restar capacidad de influencia, pero después todos van a su besamanos. Y le piden el nuevo número de móvil, como a Curro ahora.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios