El Sevilla ha pisado a fondo el acelerador en la búsqueda de refuerzos para una plantilla cuyos defectos ya no escapan a nadie. Tras la llegada de Arana, que aterrizó ayer, y bajo la premisa de adquirir potencia, fuerza física y calidad, la cúpula ejecutiva del club está dando pasos firmes para hacerse con los servicios del delantero Michy Batshuayi. La cesión es la única fórmula para traer al internacional belga en este mercado de invierno, pues es un futbolista caro, una pieza top del mercado inglés por el que el Chelsea pagó nada menos que 39 millones de euros al Olympique de Marsella en julio de 2016. Con Antonio Conte no tiene el protagonismo ni la continuidad que necesita para hacerse hueco en la lista para el Mundial con Bélgica, que cuenta con un envidable plantel de delanteros. Y por ahí ve la luz Batshuayi ante la oferta del Sevilla, que agrada muchísimo al punta. Faltaría el plácet del club londinense.

El cerco a Batshuayi es total y en el Sevilla esperan que esta misma semana pueda haber respuestas positivas a los múltiples contactos que está habiendo entre las partes, con los dos técnicos italianos de ambos clubes metidos en faena también. Conte, que tiene inscritos a 23 jugadores, no quiere que se le quede la plantilla corta y espera que los ejecutivos del club londinense accedan a alguna de sus peticiones para cubrir la posible salida de Batshuayi. Una de ellas es Benteke, el fornido ariete del Crystal Palace que precisamente es uno de los competidores para la lista que debe configurar el español Roberto Martínez para el Mundial. El punta del Chelsea es consciente de que no se puede dormir en los laureles para estar la cita de Rusia, en la que tienen puesto fijo delanteros de pedigrí como Mertens (Nápoles) o Lukaku (Manchester United), además de otros como Origi (Wolfsburgo). El potencial de Bélgica, con los hermanos Hazard (Chelsea y Mönchengladbach) o De Bruyne (Manchester City) también como fijos en la mediapunta, es tremendo en ataque y el Sevilla le ofrece a Batshuayi la oportuna plataforma para competir de igual a igual.

Nacido en Bruselas el 2 de octubre de 1993, Batshuayi es un delantero centro con un gran remate sobre la marcha y envergadura para ir de verdad a la pelea con los centrales, aunque es más rápido que peleón, gracias a sus 1,85 metros de fino músculo, con buenas dosis de calidad técnica para el juego de pies, potencia en carrera y buen remate de cabeza. Un nueve de élite al que aspira el Sevilla con fuerza.

En el Chelsea, la fortísima apuesta por Morata, con un desembolso estratosférico de 80 millones de euros, ha dejado en un segundo plano a Batshuayi, fichado el verano anterior. Por ello, el joven ariete belga de 24 años sólo ha actuado en 11 partidos de la Premier League, con apenas 263 minutos y dos goles. En comparación, mayor ha sido su rendimiento en la Champions, en la que ha participado en cuatro partidos de la fase de grupos (122 minutos) y ha marcado dos goles, uno que terminó siendo decisivo porque marcó la trayectoria del grupo, el que marcó in extremis al Atlético en el Wanda Metropolitano. Más ha participado en la EFL Cup (Copa de la Liga), con tres partidos, 248 minutos y tres goles. En total suma siete goles en 20 apariciones oficiales (781 minutos). Las comparaciones son odiosas, pero, por ejemplo, Muriel lleva cuatro goles en el Sevilla en 21 partidos disputados (1.053 minutos).

Por esta circunstancia, el no tener continuidad como titular en el Chelsea frente a su prurito de estar en el Mundial, el futbolista está encantado con la posibilidad que se le brinda en Nervión. Pero ahora queda otra cuestión, que el Chelsea dé el visto bueno a la cesión. Y ahí la palabra es de Conte, que daría el plácet si le fichan a un sustituto que acepte el rol de suplente. Es el quid de la cuestión.

Batshuayi ocuparía el puesto que debe dejar en la plantilla Borja Lasso, cuya marcha al Osasuna hasta el final de temporada para volver a ponerse a las órdenes de Diego Martínez cada vez está más cercana.

Mientras tanto, Arana ya aterrizó ayer en Sevilla. Lo hizo antes de las cuatro de la tarde en el aeropuerto de San Pablo, recibido por Óscar Arias. Luego se personó en la ciudad deportiva, donde conoció a Montella e inició su puesta a punto con una sesión física en el gimnasio a las órdenes de Mario Innaurato. El cuerpo técnico quiere que recupere el tiempo perdido por los trámites burocráticos que ha tenido que realizar hasta obtener el visado de trabajo en Sao Paulo, a través del Consulado español allí. El joven de 20 años ha estado siguiendo un plan específico de trabajo para ir cogiendo tono físico en su país y hoy ya estará a las órdenes de Montella. Ahora debe pasar un apremiado periodo de adaptación para dar relevo a Escudero y potencia, velocidad y desborde en la banda izquierda.

Algo así buscaría el Sevilla con Aleix Vidal para la derecha, pero el problema del ex sevillista es que el Barcelona no baja su listón de la compra obligatoria por 13 millones de euros. En Nervión sólo aceptarían su vuelta si fuera una cesión. En cualquier caso, un tercer fichaje ya necesitaría que Óscar Arias le buscase hueco en la plantilla, con muchas de las miradas puestas en Ganso.