Sevilla FC

La falacia de la juventud

  • Los refuerzos desde 2005 desmontan que el Sevilla suela fichar a chicos con proyección y que triunfan

  • De los 103 jugadores que llegaron, sólo 22 tenían menos de 24 años y de ellos apenas 7 se consagraron de verdad

Los argentinos Correa y Kranevitter, durante su presentación en el Sevilla

Los argentinos Correa y Kranevitter, durante su presentación en el Sevilla / Belén Vargas

El mundo del fútbol tiene más imposturas que balones y una de ellas está grabada como un tatuaje en la piel del Sevilla Fútbol Club contemporáneo, el de los nueve títulos en las últimas 12 temporadas. Reza ese falso cartel que una de las claves de la eclosión del club hasta la nobleza europea radica en su generosa apuesta por jóvenes emergentes, desconocidos y que luego despuntan vestidos de blanco. Tanto el presidente, José Castro, como el nuevo director deportivo, Óscar Arias, repiten estos días con insistencia que el hecho de que el Sevilla piense en Nolito o Jesús Navas no es una renuncia a esa filosofía de espigar retoños que luego valen un potosí. Pero... ¿qué tiene de veraz esa filosofía? Un repaso a los fichajes desde ese verano de 2005 que cambió el destino de la entidad lo refuta todo.

Las cifras globales son rotundas. Concluyentes. Tomando como referencia la última denominación sub del fútbol, los 23 años, sólo 22 jugadores de los 103 que arribaron a Nervión desde 2005 a 2016 tenían como mucho esa edad. Apenas un 20%. Y de ellos, sólo siete ofrecieron un rendimiento óptimo, aunque en muchos casos efímero: Fazio, Medel, Kondogbia, Kolodziejczak, Denis Suárez, Lenglet y Correa.

Curiosamente, el Sevilla que lo disparó todo, el de Juande Ramos, no tuvo a pipiolo alguno entre los recién llegados: Palop, Luis Fabiano, Kanoute, Maresca, Saviola, Escudé, Dragutinovic... La clave de esa plantilla fue el hambre de grandes jugadores, ya baqueteados, que por una u otra causa no pudieron triunfar en otros equipos.

En la temporada 2006-07, más o menos lo mismo. Llegaron siete refuerzos. Y sólo uno era un imberbe. Y espigado. Llegó de Ferrocarril Oeste, Argentina, a cambio de unos 800.000 euros y aunque fue al filial, debutó al final de esa temporada con el primer equipo. Fazio fue pulido por Jiménez y ya Juande tiró de él para esa previa de Champions ante el AEK de Lorenzo Serra. El gigante se hizo un defensa de fuste y triunfa hoy en la Roma.

En el estío de 2007, cuando a Monchi empezó a fallarle algo más el punto de mira, llegaron Arouna Kone (23 años, 12 millones de euros en traspaso al PSV Eindhoven) y Tom de Mul (21 años, 5 millones al Ajax), dos fiascos, aunque con el atenuante, en el primer caso, de sus gravísimas lesiones. Esa campaña fueron seis las adquisiciones. La proporción de jóvenes sí fue alta.

En refuerzos para la temporada 2008-09, el Sevilla de Del Nido invirtió 37,7 millones de euros, cifra récord. Mucho tuvo que ver la salida de Daniel al Barça (35,5 provisionales), Keita (14) o Poulsen a la Juventus (9,7). Entre los fichajes, uno que responde a ese perfil que tanto le recuerdan a Castro y Arias. Era jovencísimo y casi desconocido: Lautaro Acosta. Siete millones cobró Lanús por el pase. Mejor rendimiento ofrecieron Konko, Romaric, Duscher y sobre todo Fernando Navarro y Squillaci. Si el equipo de Jiménez acabó tercero la Liga, no fue por lo que dio de sí el Laucha.

El verano en que Negredo rompió la banca sevillista con ese etraspaso récord de 15 millones, sólo tres jugadores más reforzaron, o lo trataron, la plantilla de Champions: Zokora, Stankevicius y un chaval de 23 años que prometía mucho más de lo que dio: el defensa espanyolista Sergio Sánchez (23 años, 3 millones de traspaso).

Un caso que sí es paradigmático de esa filosofía con tintes de impostura es el de Gary Medel. Pero no todos los años el Sevilla ha fichado Medeles, ni mucho menos. Estaba cedido por el Universidad Católica de Chile a Boca Juniors y Monchi anduvo avispado, como solía. Se lo trajo en invierno de la temporada 2010-11 junto a un tal Rakitic y el chileno, tras dos años y medio de buen rendimiento, fue traspasado al Cardiff galés a cambio de 13 millones. La temporada que Medel llegó a Sevilla también lo hizo unos meses antes un francés de 23 años . El riesgo era bajo, pues acabó contrato en el Saint-Etienne, pero no se adaptó. Atendía por Dabo.

Tampoco resultó muy traumático el fracaso de Javi Hervás (22 años) en esa campaña 2011-12 donde las vacas ya eran bien flacas. El Córdoba cobró 1,2 millones por el fichaje. Siete refuerzos más firmó el Sevilla ese año y ninguno de ellos menor de 24.

Un caso aún más rentable que el de Medel fue el de Kondogbia, una de las siete novedades para otra temporada que terminó en fracaso (noveno puesto)... aunque luego el TAS lo recondujera todo. El francés llegó con 19 años a cambio de 4 millones y un año después, se fue al Mónaco por 20. Redonda operación. Peor salió lo de Stevanovic (22 años, 1,5 millones).

En el trienio que acabó con tres títulos de la Liga Europa las contrataciones se dispararon. Y llegaron más jóvenes en los dos primeros cursos. A saber: 4 de 14 en la temporada 2013-14, con Cristóforo (19 años), Jairo (19), Diogo Figueiras (22) y Cheryshev (22); y 3 de 13 en la 2014-15: Kolodziejczak (22), Denis Suárez (20) y Deulofeu (20). Aunque alguno de ellos ofreciera un buen rendimiento (Jairo, Denis Suárez, Cristóforo), sólo Kolodziejczak dejó un buen superávit: llegó por 3 millones y se fue por más de 8.

Doce fichajes hizo el Sevilla en la campaña 15-16 y ninguno tenía menos de 24 años. En la 16-17 fueron 12 y ahí sí que se apostó de verdad por la savia nueva: Kranevitter (23), Vietto (22), Montoya (23), Lenglet (22) y Correa (22). Por ahora, sólo los dos últimos se abren camino.

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