Sevilla FC

El plan da un giro total

  • El objetivo número uno para la dirección deportiva, Planes, rechaza la propuesta y el proyecto vira de nuevo

  • Caparrós, junto a un equipo de trabajo, al frente de la planificación

Joanquín Caparrós, Carlos Marchena y Antonio Álvarez observan las evoluciones de los jugadores durante un entrenamiento.

Joanquín Caparrós, Carlos Marchena y Antonio Álvarez observan las evoluciones de los jugadores durante un entrenamiento. / juan carlos muñoz

En el fútbol lo que hoy parece blanco mañana puede ser negro y al contrario. Pasa con frecuencia y el Sevilla, si nada cambia de nuevo, deberá dar un nuevo giro al plan previsto. Ramón Planes era el elegido para encabezar la dirección deportiva, pero el ilerdense, tras reunirse el martes en Córdoba con el presidente nervionense, Pepe Castro, y Joaquín Caparrós, ha dado marcha atrás a un acuerdo que parecía hecho y ahora el club hispalense debe dar un nuevo viraje al proyecto, que parece que girará alrededor del propio Caparrós junto a un equipo de trabajo.

Cuando la incógnita en la dirección deportiva sevillista parecía resuelta, todo dio un giro inesperado. Planes, que no tiene cláusula de rescisión, es un trabajador más del Getafe y para marcharse sólo tiene que pedir su finiquito. Pero al presidente azulón, Ángel Torres, no le ha gustado que el Sevilla hablase con su empleado sin dirigirse antes a él y tras una reunión con Planes lo habría convencido para que se quedara en el conjunto madrileño, por lo que el protagonista comunicó su negativa.

Marchena será un hombre fuerte al lado de Caparrós, como Antonio Álvarez

La sombra del trabajo de Monchi sigue siendo alargada y sin un sueldo a la altura de ese peso muchos se piensan dar el paso. Ahora, siendo segunda opción tras Planes, mucho más. Por ello el Sevilla, tras la negativa de Planes y el desplante de Ángel Torres a negociar ahora habría variado su idea inicial y valora dejar el peso de la planificación a Caparrós, que tras cumplir con el objetivo de meter en la Liga Europa al equipo, pasará a los despachos con mando en la estructuración de la plantilla de la mano de un grupo de trabajo de confianza entre los que estarán Marchena, que será un hombre fuerte a su lado, y Antonio Álvarez, entre otros.

Existen otras opciones en el mercado que en su momento fueron puestas sobre la mesa como la de Felipe Miñambres, director deportivo del Celta, pero el Sevilla creyó que sería más fácil que Planes se desvinculara del Getafe (Miñambres sí tiene cláusula de rescisión) y no quería entrar en conflicto con el cuadro vigués, algo que, paradójicamente, sí ha hecho con el Getafe pese a que creyó que no habría tantos problemas.

Ahora parece que tendrá que ser Caparrós quien lleve la voz cantante, aunque sus decisiones se sustentarán en las opiniones de otras personas de confianza. No en vano, el utrerano ya expresó en rueda de prensa que creía que podría dar más rendimiento en otras competencias del club por conocer otras ligas y culturas, ya que asumía que para ser director deportivo se necesita una preparación previa. Por ello no trabajará solo y se rodeará de personas de confianza para trabajar en la planificación. Lo primero que deberá hacer, en caso de que Castro acabe por decantarse por este modelo, será elegir entrenador, pues el tiempo apremia en esta cuestión. Pablo Machín sigue estando entre los favoritos, pese a que el Girona lo presiona para que se decida. El tiempo apremia a todos y el Sevilla debe darle un giro ya a su plan inicial.

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