óscar Arias tiene a partir de ahora su segunda evaluación después de no haber salido muy bien parado de la primera. La apertura del mercado a partir del 1 de enero es una oportunidad para subsanar los errores de la planificación inicial, pero que no esconderá sin duda los problemas de ir a remolque y que se encontrará con la dificultar de poder acceder sólo a un perfil de futbolista al que, además, se le exigirá una adaptación rápida.

Pero los deberes están claros y han cantado en cuanto la competición se le ha puesto exigente al Sevilla, que ya ha avanzado en este aspecto con la contratación de Guilherme Arana, quien pese a ocasionar un desembolso de 11 millones de euros, no deja de ser una apuesta de futuro. De momento, la llegada del brasileño ya va a ocasionar, sí o sí, dos salidas, la de Montoya, para que libere una ficha de extracomunitario, y la de Carole, para que no haya tres laterales izquierdos en la plantilla (paradojas de una planificación más que discutible). El francés, cedido hasta el 30 de junio por el Fenerbahçe, puede volver a su país, ya que el Marsella se ha interesado. Si eso fuera así, ahorraría al Sevilla el coste de su ficha hasta junio.

Pero lo que más preocupa a la afición es la contratación de un delantero que arregle el gran fiasco de la temporada, el colombiano Muriel, o la gestión por parte del entrenador de la mayor inversión de la historia en un jugador. Apenas 4 goles, uno de ellos ante el Cartagena, obligan a Arias a afinar en este puesto más que necesario, crucial para un proyecto.

Además, el equipo necesita un refuerzo en la defensa, ya sea como central o en el lateral derecho para que Mercado eleve la nómina de jugadores en el eje. Arias catalogó en su planificación al argentino como lateral y es evidente que fue un error mayúsculo. Además, si N'Zonzi acaba marchándose como ha pedido Berizzo y como desea el propio jugador, el Sevilla tendrá que cubrir su hueco con otro futbolista en el centro que equilibre la falta de físico, al margen de que la marcha de Montoya también va a dejar otra vacante.