AGR Andalucía

Último año con doble etiquetado en jamón y paleta

  • Los ganaderos están preocupados por la seca, enfermedad que sigue avanzando

La montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico.

La montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico. / archivo

La entrada en vigor de la nueva Normativa del Ibérico hace que éste sea el último año que se venderán piezas con las nuevas etiquetas y también algunas sin ellas, pues se apurarán los restos que queden en las bodegas.

El sector está un poco preocupado porque aún no está del todo extendido entre los consumidores los códigos de colores que identifican al cerdo por su alimentación. La disposición distingue los jamones y paletas con precintos de distintos colores, de modo que para las piezas de montanera el negro es la marca del puro 100% bellota y el rojo el cruzado. Después están el distintivo verde para las piezas de cebo-campo, llamado de recebo y la etiqueta blanca para los de cebo.

Enrique Acción responsable de Porcino Ibérico de COAG advierte que aún hay productos que están mal etiquetados "por desconocimiento de los ganaderos" y reclama que también se apliquen estos distintivos por colores a las carnes: "Que no se queden sólo en las piezas nobles". "No hay nada bueno, ni malo -agrega- sino que cada uno compre lo que quiera".

En cuanto a la aplicación de la nueva normativa del Ibérico, hay una cuestión que preocupa en Asaja Sevilla y es la obligación de que los machos sean de raza Duroc. José Manuel Roca, responsable de Ganadería de Asaja Sevilla, se queja "porque nos van a obligar a utilizar animales que no están adaptados para el campo, mientras que nuestros ganaderos tienen machos que puede ir mucho mejor". "Todo el sector, y especialmente el productor está haciendo un tremendo esfuerzo de gestión administrativa y manejo de animales, al objeto de ofrecer una trazabilidad que garantice transparencia al consumidor", asegura el consejero delegado de Cooperativas-agroalimentarias de Andalucía, Agustín González.

El otro gran problema que preocupa al sector del ibérico es la enfermedad de la seca, que ataca a las encinas y afecta sobre todo a la provincia de Huelva. "La seca sigue avanzando -dice el responsable de Ibérico de COAG- se contagia por el agua y los ganaderos tienen mucho cuidado con la maquinaria que pasa de una finca a otra, pero el problema es que no hay productos para combatirla; esperamos que se sigan avanzando en la investigación".

Para Agustín González, "la persistencia de la seca en la encina y la falta de soluciones a corto y a largo plazo es el gran problema del sector de cara al futuro". "Este futuro es tan inmediato que, estoy seguro de que viviremos para ver como las dehesas acabarán desapareciendo en la península ibérica", añade.

José Manuel Roca coincide en que la seca "es un problema muy grave" y advierte que la dehesa es un ecosistema muy frágil y la regeneración es muy lenta". "Además -añade- la dehesa es el ecosistema que más burocracia soporta, porque no sólo debe cumplir los requisitos de Agricultura, sino también los de Medio Ambiente y eso hace que esté muy burocratizado".

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