Guadalupe Bermúdez, de 40 años, es la última víctima de la violencia de género en la provincia de Sevilla. La mujer, vecina de Pruna, falleció la pasada madrugada apuñalada por su ex pareja, Francisco González, que se entregó voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil tras cometer y confesar el crimen.

La mujer tenía tres hijos fruto de dos relaciones anteriores. Los mayores, de 17 y 12 años, vivían con su padre en Salou, mientras que la pequeña, de sólo 4 años, residía con ella en la vivienda de la calle Algámitas de Pruna, donde se cometió el asesinato.

Según ha confirmado la Guardia Civil, no había constancia de denuncias anteriores por malos tratos, si bien los familiares apuntan que la mujer tenía intención de denunciar su situación. La relación empezó hace apenas unos meses. Al parecer, fue el agresor quien rompió la relación y, posteriormente, intentó volver con Guadalupe, que ya no quiso saber nada más de él. Según ha relatado Fernando Bermúdez, el padre de la víctima, Francisco esperaba cada noche a su hija en la puerta de su casa.

Anoche, Guadalupe regresó entre las 2 y 2.30 de la madrugada, tras cerrar el bar de su hermano donde trabajaba, como cada día. El crimen pudo producirse entre esa hora y las 6 de la mañana, cuando el agresor, que está detenido, se personó en el cuartel.