Incendio Huelva: así ha quemado miles de hectáreas el primer 'megaincendio' de España

Una llamada a emergencias el mediodía del jueves 27 de agosto desataba la tragedia en la Sierra de Huelva, en el que ya se ha se ha convertido el peor incendio de lo que llevamos de 2020 en España. Al parecer, aunque aún no ha sido confirmado, un coche que ardió en los alrededores de la Mina de Aguas Teñidas, pudo ser el desencadenante de este incendio que ha afectado a casi 20.000 hectáreas de la sierra onubense, calcinando más de 12.000 de ellas.

En total casi 3.500 personas tuvieron que ser desalojadas aunque, pasadas las 12 del mediodía del lunes, podían regresar ya a sus domicilios tras horas de angustia y tensa espera en los lugares que se les han habilitado en poblaciones cercanas.

Solo los habitantes de La Zarza-Perrunal deben esperar aún para regresar a sus domicilios. En total, 315 personas siguen acogidas en Calañas y Cerro del Andévalo.

Seis han sido los municipios onubenses que han sufrido desalojos por el incendio declarado en el paraje de Olivargas y hasta trece los núcleos poblacionales afectados. Entre ellos, Los Pinos de Valverde y Puerto Blanco, en Valverde del Camino, Mina Concepción, Cueva de la Mora y Monteblanco (tres aldeas de Almonaster la Real), Traslasierra, en El Campillo; El Villar, El Pozuelo y El Buitrón, en Zalamea la Real; además de La Zarza-El Perrunal, las urbanizaciones de Valverde del Camino y Sotiel Coronada, en Calañas.

El incendio 'perfecto'

El incendio cumplía la regla de los 3-30 para convertirse en ‘la tormenta perfecta’: Vientos de más de 30 kilómetros por hora, más de 30 grados y menos del 30% de humedad en el ambiente. Además, el viento, en estos cuatro días de lucha, ha rolado varias veces lo que ha supuesto que lugares que ya estaban estabilizados o perimetrados hayan vuelto a ser pastos de las llamas.

Para hacerle frente, el Plan Infoca desplegó toda su artillería, poniendo especial énfasis en el frente de La Zarza, el más activo y el más peligroso del perímetro del fuego, que perfilaba sus irregulares bordes infernales a lo largo de 10.000 hectáreas.

La consejera de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, fue la que indicó que el siniestro forestal de Almonaster la Real se asemeja mucho a un incendio de sexta generación, donde la orografía, el tiempo, la zona y las condiciones dificultan su control y extinción, a imagen y semejanza de los que se han producido en California este mismo mes o en Portugal hace dos años.

El mismo jueves, se desplazaban hasta la zona cuatro aviones de carga en tierra, uno de ellos del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco); un avión de Coordinación y Observación; cinco helicópteros de transporte y extinción; tres helicópteros del gran capacidad, uno también del Miteco que aporta además un avión anfibio.

Por tierra, el número de bomberos forestales llegaba hasta los 100 -ocho grupos de siete miembros cada uno-; una brigada de refuerzos contra incendios (Brica) con 11 efectivos, cuatro agentes de Medio Ambiente y siete técnicos de Operaciones, un técnico de Extinción y la dirección del Centro Operativo; apoyados por 10 vehículos autobomba y una nodriza. Además, se activaron la Unidad Médica de Incendios Forestales (UMIF), la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT) y el Grupo Regional de Mando (Gremaf).

Pero a pesar de poner todos los medios posibles para frenar el fuego, no fueron suficientes y éste siguió avanzando a merced del viento que dirigía las llamas hacia el sur de la provincia y más de 200 personas que tuvieron que ser desalojadas de las aldeas Cueva de la Mora y Monteblanco.

Fin de semana entre llamas en Almonaster

Durante el fin de semana hasta medio millar de efectivos, 330 del Plan Infoca y 157 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y 20 bomberos del Consorcio Provincial de Bomberos de Huelva, así como 24 medios aéreos, han trabajado en la extinción del incendio que ya avanzaba en dirección a Valverde del Camino y parecía imposible controlar.

El viento ha jugado un papel decisivo en el control del incendio. Las rachas de hasta 50 kilómetros por hora hicieron saltar los focos dejando zonas sin quemar en medio, con un terreno plagado de barrancos y una masa forestal conformada en esencia por eucalipto, unos árboles de fácil combustión, cuyas pavesas, que recorren decenas de metros todavía incandescentes, hacían que se apagase el fuego y al momento encontrar un incendio nuevo por delante.

Fuego estabilizado a mediodía del lunes

El viento en calma en la madrugada del lunes y el aumento de la humedad del aire con la bajada de temperaturas posibilitó que las labores de extinción avanzasen a buen ritmo hasta la reincorporación de los medios aéreos con la salida del sol, cuando 28 medios aéreos volvían a incorporarse a las labores de extinción.

Afortunadamente, durante la mañana del lunes el Infoca informaba de que el fuego se encontraba ya estabilizado, mientras añadía que, los trabajos se centraban en completar el perimetrado del fuego. "Actualmente el incendio se encuentra estabilizado, lo que significa que sin estar controlado evoluciona favorablemente al no presentar frentes activos que hagan avanzar el fuego libremente”, señalaban responsables del Plan Infoca.

Las mismas fuentes del Infoca han señalado que todavía no está perimetrado, aunque se prevé que pueda estarlo por la evolución favorable de los trabajos. El perímetro total de las llamas ronda las 18.000 hectáreas, de las que al menos 12.000 han sido calcinadas.