El Acuerdo por Doñana firmado ayer entre Juanma Moreno y Teresa Ribera, está mucho más verde de lo que ambos protagonistas quisieron aparentar. Es cierto que las bases son buenas, que se pone fin a un enfrentamiento que se prolongaba durante más de dos años y que su rúbrica puede suponer una nueva etapa de relación entre las dos administraciones. También lo es, sin embargo, que los contenidos específicos del acuerdo no están tan cerrados como parecían y que apenas han comenzado la andadura de una negociación mucho más técnica que política.

De hecho, ha habido que esperar al término del Consejo de Gobierno, para que el portavoz del Ejecutivo, Ramón Fernández-Pacheco haya querido aclarar que "las ayudas de la Junta de Andalucía se limitarán a las destinadas a la reforestación y al abandono de los cultivos" y "únicamente a los cinco municipios de la Corona Norte de Doñana", es decir Almonte, Bonares, Moguer, Lucena y Rociana.

Pese a todo, sigue en el aire la incertidumbre sobre el número de hectáreas que estarían afectadas por la medida. Sin pretenderlo, el presidente de la Diputación de Huelva, el popular David Toscano, ha ofrecido la que es la única estimación realizada hasta la fecha. Si la entidad provincial onubense tiene prevista una cantidad de diez millones de euros para las ayudas y éstas se limitan únicamente a las reforestación a razón de 10.000 euros por hectárea, los fondos llegarían a las mil hectáreas.

El también consejero de Medio Ambiente ha querido también aclarar que "a pesar de que en el documento que distribuyó ayer en Gobierno se hablaba de un periodo de pago de diez años, tenemos un compromiso por parte del Secretario de Estado, de que se llevarían a cabo el abono de estas ayudas en cinco años, es decir, en el mismo que ha establecido la Junta de Andalucía". En cualquier caso, ha añadido Fernández-Pacheco, "se trata de asuntos que deben concretarse a partir de ahora, ya que este proceso apenas ha comenzado". Por su parte, el Ministerio de Transición Ecológica, insiste en que el plazo de pago de sus ayudas, tanto para la reforestación como para la transformación en cultivos ecológicos o en especies de secano, será de diez años.

Otro de los temas con los que se tratará de lidiar a partir de ahora, es en la "elaboración de un nuevo Plan de Ordenación de la Corona Norte de Doñana" que sustituirá al denominado Plan de la Fresa del año 2014 que "estaba mal hecho, ya que han dejado a miles de familias fuera del mismo". El procedimiento que se aplicará para la finalización de este nuevo documento se prolongará a lo largo de los próximos años, ya que requiere "la elaboración de informes, de declaraciones de impacto ambiental y demás trámites".

En cualquier caso, las aclaraciones de las cantidades que aportará la Junta de Andalucía, han quedado mas claras después de las explicaciones tras el Consejo de Gobierno. Éstas se limitarán a aquellos productores que decidan abandonar sus cultivos y optar por la reforestación de sus suelos. Tal y como se conoció ayer, las ayudas en este apartado podrían llegar a los 100.000 euros por hectárea; de ellas 70.000 las aportará en Gobierno central (en un principio durante diez años, aunque está el compromiso anunciado de hacerlo en cinco), 20.000 serán "de fondos propios de la Junta" y los restantes 10.000 de la Diputación de Huelva hasta un montante final de 10 millones de euros tal y como ha anunciado el presidente de la institución provincial, David Toscano, esta mañana en la capital onubense.

Para el resto de modalidades que plantea el Acuerdo por Doñana, es decir, para reconvertir los terrenos en cultivos ecológicos y de secano, únicamente se contarán con las ayudas procedentes del Gobierno central, es decir, 1.000 y 2.500 euros por hectárea respectivamente.